Diario de Mallorca

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El fotógrafo y cineasta Pep Bonet encuentra la inspiración en Mallorca

El mallorquín está inmerso en una etapa más artística con dos proyectos muy personales y poéticos

Pep Bonet y Jaume Bonet, en uno de sus vuelos. Jaume Bonet

El fotógrafo y cineasta Pep Bonet (Colònia de Sant Jordi, 1974) tenía ganas de crear y trabajar en Mallorca. Y el parón profesional al que le obligó la pandemia se convirtió en la oportunidad de centrarse en otros proyectos más artísticos, lejos del fotoperiodismo que le ha llevado durante décadas a viajar y documentar conflictos en diferentes continentes o a seguir durante años a la banda Motörhead. Ahora está dando forma a dos trabajos muy diferentes, pero que tienen la isla como nexo. Para uno de ellos, ha sobrevolado Balears en paramotor, pilotado por su amigo Jaume Bonet, fotografiando paisajes con cámaras de infrarrojos. El otro proyecto también es muy poético: retratos de personas en «una Mallorca que desaparece y con un tipo de película, la polaroid, que también desaparece». 

Fue durante el confinamiento cuando Bonet sintió la necesidad de retratar un «momento histórico», el de una Mallorca sin turismo, desierta por culpa del covid. Con esa temática publicó una colección de fotografías en la revista National Geographic, pero quería seguir trabajando en esa línea y captar las imágenes desde otra perspectiva, desde el aire y él mismo, de una forma creativa y no con un dron. Para esta aventura contó con su amigo Jaume Bonet, también con tiempo disponible debido al parón generalizado de toda actividad no esencial. Se montaron en una furgoneta, cargaron lo necesario y el paramotor, y durante un año fueron fotografiando y filmando calas mientras sobrevolaban Mallorca y las islas vecinas.  

Una de las imágenes captadas desde el aire y con cámara infrarroja. Pep Bonet

La elección de cámaras tiene su explicación. Debido a su longitud de onda, las infrarrojas «ven cosas que los ojos no ven», señala Bonet, ganador de varios World Press Photo y otros premios internacionales por su trabajo. 

En este proyecto ha sido fundamental la implicación de Jaume Bonet. Al amanecer, los dos amigos alzaban el vuelo con el paramotor para capturar una perspectiva de Mallorca diferente. Fueron unos 50 vuelos los que hicieron durante un año. Ahora, el fotógrafo tiene miles y miles de imágenes muy nítidas con unos colores muy especiales.

Otra de las fotografías realizadas durante vuelos en paramotor. Pep Bonet

No solo son fotografías, Pep Bonet tiene también material audiovisual con el que quiere contar esta historia.

Cómo y cuando la presentará no le preocupa, son muchos años de profesión y sabe que encontrará el modo. Su intención es que la colección de imágenes compongan un nuevo libro, que se puedan ver en una exposición y también adquirir en edición limitada.

Posados en la naturaleza

Para su otro proyecto sí tiene fecha y lugar. En marzo, expondrá en la fundación Michael Horbach, en Colonia, parte de los retratos con polaroid que durante siete años ha realizado a personas, anónimas y también conocidas, en contacto con la naturaleza de Mallorca. Maria del Mar Bonet, Miquel Barceló, Biel Mesquida, Rafa Forteza, Agustí Villaronga, Víctor Uris, Tomeu Penya, los integrantes del Circ Bover y dimonis, entre muchos otros, se han prestado y han posado para Bonet, quien ha querido captar «la Mallorca más mágica». Y para ello quería contar con «gente que haya hecho algo por la isla o que se la relacione con ella».

Retrato de Rafa Forteza realizado con polaroid y tratado por Bonet Pep Bonet

«Es un proyecto en el que me he sentido libre. He querido retratar la Mallorca de cuando tenía 14 años, la más profunda, la de pueblo», continúa explicando de este trabajo, que todavía no tiene título y que Matteo Vieille, director de fotografía y asistente de Bonet durante un tiempo, ha documentado en un audiovisual en el que el fotógrafo y cineasta mallorquín detalla el proceso creativo que ha seguido y que también se presentará en marzo en Horbach.  

Pep Bonet no se ha limitado a disparar con cámaras adaptadas a la tecnología polaroid. Una vez hecha la foto, ha trabajado a partir del negativo, lo ha tratado con lejía, lo ha secado y de ahí ha extraído un positivo. Un proceso artesanal con el que ha logrado unos retratos de aire antiguo y que desprenden magia, pero que, paradójicamente, ofrecen «una visión de Mallorca mucho más real». 

Los 'dimonis' forman parte de esta colección de posados en la naturaleza. Pep Bonet

Bonet ha huido de paisajes turísticos, de la urbanización, de zonas degradadas por la actividad turística. «Sin denuncia, pero tenía muy claro que eso no pegaba», matiza. En algunas sesiones disfrutó especialmente, como la que compartió con Rafa Forteza en su finca, «fue espectacular», dice. 

Ahora, se dedica a revisar esos retratos para decidir cuáles expondrá en Colonia y le da vueltas a qué textos acompañarán a esas imágenes, quiere que sean poéticos, en la línea de las fotografías. 

Bonet y Forteza, durante la sesión fotográfica. Joana Pinar

Mientras va dando forma a estos proyectos, en su agenda continúan compromisos profesionales internacionales. Tiene previsto viajar a Canadá, para rodar una serie, y en el Wacken Open Air, el festival de música heavy más importante de Europa, que ya ha cubierto en anteriores ediciones, dará una masterclass a otros fotógrafos profesionales. 

El mallorquín es cofundador de Noor, una organización internacional no lucrativa que defiende principios democráticos y un cambio social positivo «a través del avance creativo del periodismo visual y las artes documentales».

El fotoperiodismo al que se ha dedicado durante muchos años, con el que ha recorrido parte de África (en Sierra Leona realizó su ensayo fotográfico Faith in Chaos), Honduras, Chile, Nepal, Pakistán, Afganistán... documentando conflictos, desequilibrios sociales y dramas del mundo ya no entra en sus planes. «Es un mercado que ha desaparecido, es insostenible, sobre todo en España», afirma. Autodidacta en la realización de documentales, su trabajo Into the Shadows, sobre la vida de miles de zimbabuenses que huyen de su país a través de la frontera con Sudáfrica y sobreviven en Johannesburgo, moviéndose entre las sombras con el miedo a ser deportados, es uno de sus proyectos más reconocidos. Pero el portfolio de Pep Bonet es una larga lista de trabajos premiados, tanto proyectos personales como otros por encargo. Acaba de realizar la campaña para la temporada 2022/2023 de La Maestranza. «Me encanta crear, he estado mucho tiempo documentando», explica el cineasta y fotógrafo.

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