Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sara Baras: «Me encuentro más fuerte, más centrada y feliz que nunca»

La bailaora presentará su espectáculo ‘Alma’ el 6 de agosto en el Auditorium de Palma

Sara Baras, en una imagen reciente, considera un «regalo» disfrutar de bailar y poder actuar ante el público. | JORDI COTRINA

Sara Baras (San Fernando, Cádiz, 1971) no concibe su vida sin bailar ni sin los escenarios. El 6 de agosto presentará Alma, su último espectáculo, en el Auditorium de Palma. Dice que ahora, superados los 50 años, se siente con una energía especial y agradece tener los pies en la tierra.

¿Qué es ‘Alma’?

Alma es un espectáculo que fusiona el flamenco y el bolero. Son melodías muy conocidas de boleros muy conocidos fusionados con distintos palos del flamenco muy tradicionales, y la verdad es que la fusión es una belleza, no solamente en la parte de la música, sino en la escenografía, vestuario, por supuesto en la puesta en escena y en la coreografía. Mezclamos movimientos muy flamencos, con mucha energía flamenca, con la suavidad del movimiento típico de los boleros. Es un espectáculo muy alegre, con una energía muy bonita, con momentos profundos, no tristes, pero con mucha profundidad.

¿Qué boleros se podrán reconocer?

Hay preciosos. Por ejemplo Nostalgia, Te extraño, Algo contigo, Vete de mí... La verdad es que el recorrido de los boleros es muy bonito y es fácil de sentir. Es muy especial pensar que, de pronto, una melodía, por ejemplo, de Nostalgia está dentro de una cuadratura de seguiriyas, ahí tiene como una melodía distinta, aunque sí se reconoce.

Creció escuchando boleros gracias a su padre [fallecido meses atrás].

Sí, este Alma va dedicado a mi padre. Así como mi madre me enseñó a amar el flamenco, pues él lo mismo con los boleros.

¿Con quién ha contado para versionar los boleros y a quién trae a Palma?

La dirección musical está a cargo de Keko Baldomero, que es el director musical de la compañía desde hace muchos años y llevamos mucho tiempo juntos. Él ha sido el encargado de versionar todo este tipo de fusiones de los boleros. Contamos en directo con dos cantaores de superlujo que son Rubio de Pruna y Matías López y hemos querido añadir tres colaboraciones en la voz como la de Juana La del Pipa, Rancapino Chico e Israel Fernández, pero en playback, y la versión de Vete de mí, de Álex Romero, que es un pianista que ha hecho una interpretación preciosa. Todo lo demás está en directo, tanto por Diego Villegas, que toca armónica y saxo, por los percusionistas que son dos bicharracos, Antón Suárez y Lolo el Pájaro, como versiones con la guitarra que hacen Keko Baldomero y Andrés Martínez. Son siete músicos en directo más cinco chicas que bailan como los ángeles, y Daniel Saltares, que es el único chico que baila en Alma.

Este espectáculo lo gestó estando confinada...

La verdad es que sí, la pandemia nos ha dado tiempo para poder dedicar no solo a este espectáculo, sino a otro que estrenamos, que se llamaba Momentos. Este sí, empezó ahí, empezamos a elegir los boleros, con todo el lío de vestuario, de escenografía, que realmente el vestuario tiene un papel muy importante en este espectáculo donde fusionamos los estilos del bolero y del flamenco con una visión muy moderna de la moda. Empezamos a buscar las licras, la seda, el crepé... todo para poder montar este Alma.

Como bailaora debe de ser fundamental sentirse bien con lo que lleva puesto y que cumpla su función estética.

Sí, siempre suelo decir que yo respeto mucho al artista que se queda en lo que le funciona, pero no es nuestro caso. Nuestro caso es intentar aportar algo más. Y al hacer este tipo de espectáculo que fusiona un tipo de registro que no habíamos tocado antes, que es el bolero, eso nos hace crear desde otro punto de vista y con otros elementos. En este caso, el vestuario lo ha hecho Luis F. Dos Santos, que ya ha trabajado conmigo en muchas ocasiones y tiene muy bien cogido el estilo para poder tener facilidad con el movimiento.

¿Le costó volver a los escenarios y a las giras tras el confinamiento o sentía la necesidad de reencontrarse con el público?

Estaba loca, loca por volver ya. No conozco mi vida sin baile y ahí me di cuenta que no solo eso, sino el escenario, sin esa entrega y esa conexión tan bonita que existe con el público. Y, la verdad, eso le pasa a todo mi equipo. Los primeros ensayos que tuvimos fueron un regalo, estábamos todos con una energía y unas ganas de entregarnos y compartirlo con el público que era bestial. Es un regalo, porque seguimos ahí, seguimos con esas ganas e ilusión de volver a sentir todas estas emociones.

Dice que para usted cumplir los 50 supuso algo muy importante...

Yo pensaba que al cumplirlos sería ya señal de, no sé, menos fuerza... y para mi sorpresa ha sido al contrario. Me encuentro más fuerte que nunca, más centrada y feliz que nunca y eso creo que eso se nota en mi forma de bailar y de crear. Es otro regalo.

¿Qué le gusta más de usted ahora como bailaora?

Supongo que será la energía, la manera de disfrutar y de sentir, de valorar la suerte de seguir con un equipazo como el que tengo y seguir compartiéndolo con tanta gente. Por la parte técnica, pues una sigue estudiando, trabajando, ensayando y sudando para tener facilidad para bailar como siempre. Lo más bonito es poder tener los pies en la tierra, no bajar la guardia nunca y poder compartirlo con un equipo tan maravilloso.

¿Qué significa actuar en Palma?

Tengo muchas ganas de volver al Auditorium porque me ha visto crecer. Es una tierra que me muestra siempre mucho cariño y estoy encantada de volver.

Compartir el artículo

stats