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TERRITORIO VINTAGE

50 años de 'Garganta profunda': el taquillazo porno que incluso fue a ver Jackie Kennedy

La película, perseguida por el Supremo y el FBI, se estrenó en junio de 1972 en salas X y comerciales | Linda Lovelace, la primera gran estrella porno, denunció haber sufrido amenazas y una violación en grupo durante el rodaje

Linda Lovelace, estrella de ’Garganta profunda’. EFE

Afinales de la década de los años 60, Gerard Damiano era un respetable padre de familia. En aquel momento regentaba un salón de belleza en el distrito neoyorquino de Queens. Y, a pesar de que el negocio le iba bien, pronto advirtió un rasgo común entre su fiel clientela femenina: la mayoría aprovechaba el tiempo que pasaba en su peluquería para verbalizar, sin tapujos, cuán insatisfechas estaban en la intimidad con sus maridos. 

Ante eso, no dudó en aparcar los secadores por las cámaras. Su objetivo era claro. Dada la ignorancia y la carencia de educación sexual reinante en la época, se propuso instruir a la sociedad a través del cine. En 1969 debutó con 'We All Go Down', un filme de bajo presupuesto que incluía alguna escena subida de tono. Aunque, tres años más tarde, el otrora peluquero dio un paso más allá. 

Estreno explosivo

Tras conocer a un misterioso agente llamado Chuck Traynor que le había mostrado una cinta casera de su esposa, Linda Boreman, practicando sexo oral, el antiguo peluquero se animó a grabar su primera película porno. Impresionado por la soltura de aquella mujer, la fichó de inmediato como su protagonista. De hecho, fue él quien la rebautizó con el nombre de Linda Lovelace. 

En un solo fin de semana, Damiano escribió a su nueva musa un guion a medida igual de absurdo que efectista: el de una joven que, incapaz de llegar al orgasmo, descubre que su clítoris está al fondo de su garganta. Inicialmente, el proyecto iba a llamarse 'The Doctor Makes a House Call' ('El médico hace una visita a domicilio'). No contento con ello, el director pensó un título con mayor gancho. Simplemente, 'Garganta profunda'.  

Su estreno, la noche del 12 de junio de 1972, en el World Theater de Nueva York, fue un magno acontecimiento. A lo largo de las semanas posteriores se exhibió en otras salas de la misma ciudad, tanto X como comerciales. Personalidades como el actor Jack Nicholson o la 'socialite' Jackie Kennedy, así como un heterogéneo público que abarcaba todas las clases sociales, acudieron en masa. Incluso, en enero de 1973, 'The New York Times' dedicó un artículo al fenómeno. El titular decía: 'Porno chic: lo duro se pone de moda y es muy rentable'.

'Garganta profunda' costó 25.000 dólares –parte de esa cifra procedió directamente de la mafia– y recaudó más de 600 millones. Ahora bien, el sueldo que cobró el reparto solo puede calificarse de irrisorio: Linda Lovelace obtuvo 1.200 dólares; su compañero en pantalla, Harry Reems, apenas 250.

Perseguidos por el FBI

Como cabía esperar, al conservador Richard Nixon no le hizo ni pizca de gracia tal éxito. Algo antes, en 1970, el presidente republicano propició la Comisión Presidencial sobre Obscenidad y Pornografía. La jugada no le salió bien. El informe resultante fue muy claro: "No hay pruebas suficientes de que la exposición a materiales sexuales explícitos desempeñe un papel importante en la causalidad del comportamiento delictivo". 

Sin embargo, las tornas cambiaron en junio de 1973, cuando la Corte Suprema de Estados Unidos –de mayoría republicana– endureció su cruzada moral contra la distribución y exhibición de pornografía. Sin ir más lejos, la policía confiscó todas las copias posibles de la película y, en julio del siguiente año, hasta el actor Harry Reems fue detenido por el FBI, acusado de conspiración por transportar material obsceno a través de las fronteras estatales.

En abril de 1976, para sorpresa de muchos, le condenaron a cinco años de prisión. Pero, al final, nunca ingresó entre rejas. Un grupo de personalidades defensoras de las libertades civiles junto a figuras de Hollywood como Jack Nicholson o Warren Beatty llevaron a cabo una exitosa campaña para anular la condena. 

Denuncias de Lovelace

Mención aparte merece la historia de Linda Lovelace. La primera gran estrella femenina del cine para adultos relató en su autobiografía de 1980, 'Ordeal', que Traynor la obligó a prostituirse. También que en la película la amenazó de muerte –"me dijo que me dispararía si no hacía una escena"– y que sufrió una violación en grupo. Bajo el amparo de la activista feminista Gloria Steinem, Lovelace atacó con dureza en varias entrevistas televisadas a la industria del porno.

Si bien ese mismo año se casó con Larry Marchiano, un modesto obrero con el que tuvo dos hijos, laboralmente nadie osó ofrecerle una segunda oportunidad. Por mucho que intentó reinventarse, la sombra de Lovelace era muy alargada. Tras divorciarse de su segundo esposo, en 1996, se la pudo ver en varios salones eróticos firmando carteles de 'Garganta profunda'. El 22 de abril de 2002, con 53 años, falleció como consecuencia de un accidente de tráfico que había sufrido a principios de aquel mes. Su cuenta corriente estaba bajo mínimos.

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