Ir a Alaró cualquier sábado por la mañana tiene premio, ya que además de visitar un hermoso pueblo de montaña, te encuentras con una cita musical que, semana tras semana, nos propone el organista Miquel Bennàssar en el órgano de Sant Bartomeu.
Pero la cita de la semana pasada fue especial, ya que el concierto estuvo dedicado a recordar el cuarto centenario del oratorio del Castell, dedicado a la Mare de Déu del Refugi.
Para la ocasión, el organista habitual contó con cuatro colaboradores que, al mismo y alto nivel artístico ofrecieron un repertorio de obras medievales y renacentistas, algunas de autores conocidos como Monteverdi y Susato, por ejemplo, otras de compositores anónimos y otras pertenecientes a códices tan importantes como el Robertsbridge o el Llibre Vermell de Montserrat.
Toda la sesión se movió dentro de unos cauces de calidad muy elevados, tanto la soprano, Raquel Ribas, como los demás instrumentistas invitados (Bartomeu Payeras, Miquel Bennàssar Bonnín, y Mateu Vila), acompañaron al titular de forma magnífica, consiguiendo envolver el espacio de la iglesia de un aire místico, pues el tema global del programa era el de la Virgen María y cómo le han cantado músicos de todos los tiempos, en especial los que van del siglo XIII al XVII.
Especial mención merecen algunas de las interpretaciones. Una de ellas la del anónimo inglés Scarborough fair, un tema tradicional de la música inglesa, de autor anónimo y que en el siglo pasado versionaron músicos pop como el dúo Simon & Garfunkel y que ayudaron a su popularización. Pero también Salve Regina de Monteverdi, en la que la soprano estuvo magnífica o La Mourisque del siempre agradecido Tielman Susato, sin olvidar una improvisación a cinco bandas sobre La dama de Mallorca, que cerró esa hora de muy buena música.
