Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

‘La casa inclinada’ narra «el franquismo cotidiano»

La nueva novela de Antoni Palerm une drama y sarcasmo porque en ella «hay vida y en la vida está todo», dice sobre la historia de su protagonista

Antoni Palerm, ayer en Llibres Ramon Llull. B. Ramon

El escritor mallorquín Antoni Palerm hojeaba ayer por primera vez su nuevo libro, recién salido de imprenta, La casa inclinada, una novela que narra «el proceso de iniciación del protagonista a la vida» con el telón de fondo del Madrid de los años 50, Palma en los 60 y una segunda parte en el París de los 80. El franquismo se muestra retratado con «detalles de la vida cotidiana», un aspecto que apenas ha sido abordado en la ficción, según su autor, a través de una historia en la que el drama es amortiguado con el sarcasmo, ya que en ella «hay vida y en la vida está todo», como añadió Palerm durante la presentación en Llibres Ramon Llull.

La primera parte de la trama combina un doble relato, el de la infancia y primera juventud de Antonio Salerno y la enfermedad mental de su hermano. Ambos se entremezclan provocando en el protagonista «ese momento de la vida en el que parece que todo está a punto de caer», en palabras del autor. De ahí viene el título y la foto de la portada, firmada por Agustí Torres: la construcción ubicada en el bosque simbólico de Bomarzo, al norte de Roma, también conocido como el jardín de los monstruos.

El premio Juan March Cencillo por Josep Pla i el quadern perdut reconoció de su nuevo libro que «es imposible que no haya algo autobiográfico», aunque remarcó que es una novela, es decir, que «la imaginación y la realidad se encuentran para crear una nueva realidad que pretende ser más cierta». En cuanto al estilo, «no es literaturizante», sino que la voz del narrador aparece «a bastante velocidad, como cuando hay un conflicto, en el que la cabeza va a más velocidad de lo normal». La capital surge como «una ciudad gris, pero que también tenía gran encanto», y la sensación del autor es que retratando aquellos años no se ha «distanciado mucho del presente, cambian los disfraces», concluye quien hoy firmará en la plaza de España a las 12.30 y 19 h.

Compartir el artículo

stats