El tradicional concierto de la Catedral en Semana Santa volvió a tener público, incluida la reina emérita, doña Sofía, y ofreció Un cant a l’esperança en el abarrotado templo. Tras dos años de pandemia, el primero sin evento solidario y 2021 a puerta cerrada, Projecte Home insufló un soplo de optimismo y aparcó el clásico Réquiem para dar paso a composiciones más alegres.

La Orquestra Simfònica de les Illes Balears y la Coral Universitat interpretaron obras de Gabriel Fauré, Baltasar Samper y el actual Richard Blackford, que estuvo presente en la Seu y pudo escuchar su Mirror of perfection, de San Francisco de Asís, en las voces de la soprano Marta Bauzà y el barítono Isaac Galán, bajo la batuta de Joan Company.

De los compositores francés y mallorquín del siglo XIX, sonaron Cantique de Jean Racine (Op. 11) y Càntic Espiritual, respectivamente; y después de la música del autor británico, se puso el broche a la velada con un cántico a la paz. No hubo Réquiem, como en los diez años anteriores, porque hay «muchos motivos para vivir con y desde la esperanza», pese a que a algunos les parezca que no a nivel personal o social por las actuales circunstancias, tal como afirmó Tomeu Català, fundador y presidente honorífico del centro para la prevención y rehabilitación de personas con drogodependencia. Hablaba de Projecte Home, que «seguirá haciendo realidad una utopía», la de que «cualquiera puede rehabilitarse, rehacerse, con su trabajo personal y la solidaridad de otros», en palabras de Català justo antes del inicio del concierto, cuya recaudación se destinará a la fundación.

La reina Sofía escuchó atenta el parlamento y el concierto junto a su hermana, Irene de Grecia. Poco antes de las 20,30 horas llegaron a la Catedral y fueron recibidas ante el portal mayor por las principales autoridades de las islas, como la delegada del Gobierno, Aina Calvo, el alcalde de Palma, José Hila, el rector de la Universitat, Jaume Carot, el comandante general de Baleares, Fernando Luis Gracia Herreiz, el presidente de Projecte Home, Jesús Mullor, y el anfitrión, Tomeu Català.