La celebración de los premios Max en Maó con fondos públicos del Govern ha sido la gota que ha colmado el vaso para el sector de las artes escénicas en Balears. Las asociaciones que representan a intérpretes, dramaturgos, artistas circenses, bailarines y empresas de tales disciplinas han denunciado que el Ejecutivo autonómico gastará hasta 200.000 euros en «actos ideales para hacerse fotos y colgarse medallas, pero con una repercusión escasa, como una gota de agua en el desierto», para quienes se dedican a estas artes en el archipiélago.
En cambio, continuará la «invisibilidad» de los profesionales isleños porque los gestores públicos no invierten en potenciar la Fira B!, el lugar donde el sector «debería poder mostrar el trabajo que se realiza en Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera a los programadores de fuera».
Las entidades contestaron de este modo al conseller de Fondos Europeos, Universidad y Cultura, Miquel Company, que escribió un artículo alabando la celebración de los citados premios de la SGAE en el Teatre de Maó. «Todavía no sabemos si es una broma de mal gusto o la ignorancia absoluta de la realidad de nuestro sector que [...] declare con alegría que el presupuesto que no se destina a nuestra cultura se dedicará a una fiesta privada de una entidad que ignora» a dichos profesionales, según la carta de respuesta, bajo el título Selfies, medalles i les arts escèniques a Balears: els premis Max a Menorc [lea la carta aquí].
Reprocharon al conseller que «nadie contratará (y, por tanto, tampoco premiará)» el trabajo de las artes escénicas en las islas «si no lo ha podido ver y lo desconoce». Sucede porque no dan promoción a la Fira B!, que «pasa desapercibida» en lugar de ser potenciada como «el acontecimiento teatral más importante de la comunidad".
"Debería ser una gran fiesta y un gran mercado, un acto que, bien organizado y con los recursos necesarios, serviría para dar visibilidad al trabajo que hacemos, lo que se traduciría en trabajo y en el refuerzo del sector, a la vez que supondría prestigio cultural», tal como manifestaron las cinco asociaciones que dan voz a los profesionales.
