El pasado día 29 falleció en Maria de la Salut Fernando Víctor Villar Sáez, virtuoso del violín y, ante todo, buena persona. Fernando Villar nació en Zaragoza en 1939. A los 8 años empezó los estudios de violín en el Conservatorio de su ciudad natal. Llegó a Mallorca, según nos contó en una entrevista concedida a este diario, el año 72 y empezó tocando el violín en la Orquestra Simfònica de Balears Ciutat de Palma. Más tarde, en 1984, entró de profesor titular de violín en el Conservatorio de Palma. Después de 20 años de trabajo docente, en el 2004, le llegó la jubilación, «Mallorca es ya mi casa», decía con satisfacción.
Desde hace más de una década vivía en Maria en compañía de su esposa, Ária, y su hermana Rosa. Fernando ha sido un vecino muy apreciado en el pueblo, muchos le recuerdan paseando con sus bastones por los caminos del Pla de Deulosal o andando por los parajes del municipio con alguno de sus perros, a los que tenía mucho apego. También solía pararse en la plaza a comprar el pan o el periódico y aprovechaba para charlar un rato con los amigos dando muestras de su humor irónico y socarrón propio de su tierra aragonesa. Además de su dedicación a la música era un lector empedernido.
Toda la vida fue músico profesional. Era violinista de música clásica en diferentes orquestas. En los años difíciles de su juventud se enroló en algunos grupos de música de baile. Recorrió toda Europa con este tipo de conciertos: Francia, Alemania, Suiza, Holanda, Suecia y Finlandia. En este país conoció a la que sería su esposa, con la que ha tenido tres hijos, los dos últimos, Leo y Dito, mallorquines. El mayor, Dani, nació en Zaragoza. Los hijos le han dado tres nietos y dos nietas, a los que siempre amó con locura. Dani es ingeniero agrónomo, a Leo y a Dito les ha dado por la música, como a su padre. Leo es trompetista y batería y Dito, violinista como su progenitor.
