No podían estar la prensa cultural y los oteadores literarios más despistados frente al Nobel de Literatura 2021, el tanzano de origen árabe afincado en Inglaterra desde hace más 50 años Abdulrazak Gurnah (Zanzíbar, 1948). De nuevo, la Academia Sueca proyectaba una luz sobre un autor a descubrir. En este caso alguien que ha hecho de la experiencia del exilio, del peso del colonialismo, de los trasvases entre culturas y del trauma de los refugiados sus principales obsesiones. El galardón llegó el pasado octubre con sus principales novelas descatalogadas en nuestras librerías, por eso Salamandra y La Magrana han recogido el testigo de su edición y a la reciente recuperación de su novela 'Paraíso', se une ahora 'A orillas del mar', en nueva traducción, lo que ha propiciado una maratónica rueda de prensa virtual que ha unido a casi un centenar de periodistas a ambos lados del Atlántico para recibir las palabras de este gran conocedor de la literatura poscolonial.

Desde su casa en Canterbury el autor, con sus maneras de profesor estilo Oxbridge -enseña en la Universidade de Kent-, expresó su deseo de que la presión periodística por el premio pase pronto y él pueda dedicarse a lo que más desea, escribir. Las maneras de Gurnah poco tienen de beligerantes, él prefiere hablar antes de lo que nos une antes de lo que nos separa, pero sí se incendió un tanto cuando se le recordó que ha sido el primer escritor africano negro en volver a ganar el gran premio de la Academia Sueca en 30 años: “¿Cuántos chinos, indios, chinos o japoneses lo han obtenido? La pregunta debería ser ¿por qué han sido siempre los europeos o los descendientes de los europeos los que lo han obtenido sistemáticamente? Eso expresa la estrechez de los valores que el Nobel otorga a las ideas no europeas y el provincianismo de la Academia Sueca”. Luego, recogió velas y con una sonrisa de circunstancias y un tímido “no desearía decir nada negativo de la academia” añadió que “es mejor no mirar atrás. Se diría que esos prejuicios ya se están corrigiendo”.

'A orillas del mar'

Evocó el autor las dos historias que funcionaron como el disparadero de sus dos novelas. La de ‘Paraíso’, una obra sobre un niño de Zanzíbar que es vendido como esclavo por su familia para saldar una deuda, la imaginó cuando el autor regresó a su ciudad natal tras una ausencia de muchos años para visitar a su padre y lo encontré viejo y débil. “Mi padre nació en 1904, conoció bien el colonialismo y quise imaginar cómo habría vivido un niño como él aquella época en la que llegaron los conquistadores extraños diciendo ahora somos nosotros los que mandamos”, explica. Respecto a A orillas del mar la imagen procede de un avión afgano, un vuelo que tenía que ser interior, pero acabó secuestrado en Londres. “No solo el secuestrador también los pasajeros pidieron asilo en Gran Bretaña, entre ellos un hombre muy mayor con una barba gris y poblada que me hizo preguntarme por qué ese anciano deseaba cambiar de vida a esas alturas”.

A lo largo de toda la conversación, un tema revoloteó por encima de todos: el de los refugiados ucranianos, que cómo él –tuvo que huir a causa de la persecución de los ciudadanos árabes en Tanzania- se han visto obligados a marcharse de su país. “He estado hace poco en Alemania y he visto la generosidad con la que se les ha recibido. Las calles y las carreteras estaba señalizadas en ucraniano para animarles a buscar lo que necesitan”, pero también es consciente el autor de que no a todo el mundo se ha tratado de la misma manera. “Es triste que esta solidaridad humana no se haya extendido a sirios, afganos e iraquíes que fueron devueltos a sus lugares de origen después de haberse expuesto a mil penalidades en lo peor del invierno”. Es consciente de que la literatura, sus novelas que exploran las injusticias sociales desde una perspectiva postcolonial –“una etiqueta que sé que molesta a más de uno, pero yo todavía no he encontrado otra mejor para hablar del encuentro entre los europeos y los otros”- no van a cambiar las sociedades y mucho menos detener las guerras. “Los libros no sirven para eso, pero sí tienen una misión muy poderosa: informarnos de lo que la mayoría de nosotros desconocíamos, de una forma más amplia que los saberes académicos, para que no permitamos que los tiranos abusen de nosotros. Un libro no para un tanque pero te enseña a combatir la tiranía”. 

'A orillas del mar'

Autor: Abdulrazak Gurnah

Editorial: Salamandra / La Magrana

Traducción: Patricia Antón de Vez y Rita da Costa / Carles Andreu

348 /288 páginas 20,90 euros