Su trayectoria está totalmente ligada a Rusia, su país de acogida, que la formó musicalmente y la vio crecer a nivel profesional, por lo que la mezzosoprano búlgara Katerina Kovanji se entristece por la guerra con Ucrania, «un pueblo hermano con una cultura similar y muy mezclada». La cantante de lírica que este viernes inaugura el Festival MallorcÒpera no tiene la varita mágica de la solución, pero deja muy claro que «las fronteras no están en la tierra, solo están en el corazón». Una posible salida al conflicto sería hacer caso al final de la ópera Las bodas de Fígaro, de Mozart: «Con el amor se acaba todo», como cantaba ayer en el paseo del Born. Quienes quieran verla y escucharla junto al tenor mallorquín Joan Laínez podrán hacerlo el día 18 en el Centre de Cultura Sa Nostra, el sábado 19 en el Convent de Sant Domingo de Pollença y al día siguiente en el Conservatori de Felanitx.
El dinero recaudado en este tercer concierto irá destinado al pueblo ucraniano, como avanzó Laínez, y en los tres interpretarán escenas de Cavalleria Rusticana, de Mascagni, Carmen, de Bizet, y diversas piezas de zarzuela, que la mezzosoprano internacional conoce porque también las cantó en una antología en Madrid. La pianista Maria Victòria Cortés les acompañará en el estreno de la cuarta edición de MallorcÒpera, un evento que también contará con maridajes de lírica y vino, la ópera escenificada Ànima de La Traviata y una colaboración del actor Emilio Gutiérrez Caba, tal como avanza el programa.
Kovanji, que ha actuado en el Palacio del Kremlin durante los últimos cinco años (sin contar la pandemia), aunque no conoce a Putin, afirma que «lo único que quieren los artistas es cantar y dar alegría a la gente, porque el arte es para eso y para unir, sin política», dice tras lamentar que le parece «dramático» que se produzcan cancelaciones de eventos, como ocurrió con el Ballet de Moscú en Palma. A ella no le afecta a nivel profesional, aunque sí personal, ya que «todo el mundo está muy triste por lo que está ocurriendo. Muchas personas de Rusia tienen familiares y amigos en Ucrania», y viceversa, añade.
Corsica Lirica
Kovanji ha llegado a Mallorca tras conocer a Laínez en el concurso de ópera que la mezzosoprano impulsó en Córcega hace ocho años. El tenor mallorquín «ganó tres premios» la pasada edición de Corsica Lirica, y «así empezó la relación», cuenta «feliz de poder cantar con su voz excepcional», en palabras de la intérprete. Le gusta «ayudar a los cantantes y darles la posibilidad de que sus alas crezcan. Es muy importante porque con la covid ha habido muchas dificultades en nuestra profesión», recuerda.
Katerina Kovanji publicó en 2020 el álbum Corsica Lirica con melodías emblemáticas de la isla mediterránea, después de llevar a cabo «una labor de investigación y recuperación de la tradición oral musical», tal como señala el tenor mallorquín. En el citado festival tuvo que interpretar «una canción del pueblo corso en su idioma», como el resto de concursantes. Ahora él ejerce de anfitrión en la isla vecina y ambos dan del sus el viernes a MallorcÒpera.
