El Museo Nacional del Prado presentó ayer su programación para el 2022 con el anuncio de que nombres como Picasso, Zóbel y Parreno, tres artistas contemporáneos, estarán presentes en sus exposiciones e instalaciones. «No somos un museo de arte contemporáneo, pero sí nos interesa aquellos artistas recientes que han mostrado interés por las colecciones del Museo del Prado o por el arte del pasado, y tres de ellos van a estar presentes en la programación», explicó el director, Miguel Falomir. Picasso y el Greco es una exposición que se enmarca en la conmemoración del 50 aniversario de la muerte del artista. El museo mostrará una selección de obras del autor malagueño junto a la obra del Greco, comisariada por Carmen Giménez. «Giménez explorará la relación entre el Greco y Picasso centrada en el papel que tuvo el Greco en la génesis del cubismo por parte de Picasso», expresó.

En segundo lugar, Fernando Zóbel y la historia del arte está construida en torno a los cuadernos de dibujo del autor en los que, arrancando de la copia clásica, acaba por construir su imaginario abstracto. A su vez, Zóbel trabajó sobre las pinturas del Museo del Prado y fundó el Museo de Arte Abstracto de Cuenca. Esta exposición es un proyecto del Prado junto con la Fundación Juan March, la Fundación Ayala y la Comunidad de Madrid.

Philippe Parreno es un artista que ha reconstruido La Quinta del Sordo de Goya en un montaje audiovisual que se exhibirá junto a la sala del Museo que alberga las Pinturas Negras. Este trabajo nace de la colaboración del Museo del Prado y la Fundación Beyeler con motivo de la exposición sobre Goya que actualmente se expone en Basilea. «No todos los artistas contemporáneos han mostrado el mismo interés por el Prado, tiene que haber un proyecto sólido que demuestre esa relación con el pasado. Nos parecía que en estos tres casos resultaba bastante evidente, uno por su intervención directamente inspirada por las pinturas negras (Parreno), el otro señala lo que significó para él el Museo del Prado (Picasso), y el tercero, que es el que más puede sorprender, tiene centenares de dibujos que muestran esa relación continuada con el Museo (Zóbel)», destacó Falomir.

Por otra parte, «es un año en el que se va a hacer hincapié en el arte contemporáneo y en la revitalización de la colección permanente. Son dos los dos ejes principales, pero no los únicos de la programación del Museo del Prado», añadió el director de la pinacoteca, que en 2022 la institución cultural realizará diferentes intervenciones para ofrecer al visitante una «visión renovada» de una parte de su colección.