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Félix Sabroso Cineasta y director teatral

«Las personas maduras tenemos que reivindicar nuestra sabiduría y capacidad para poder ser más felices»

«La risa es una buena manera de enfocar la realidad y una válvula de escape para aceptarla y superar sus adversidades»

Félix Sabroso, autor de la comedia ‘La Gran Depresión’. Jau Fornés

El cineasta y director teatral Félix Sabroso firmó una de las películas más taquilleras de los años 90, Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí, y en su haber tiene otras seis, además de series televisivas y obras de teatro, como la exitosa La gran depresión. La recupera con las intérpretes Antonia San Juan y Nuria Roca, que vienen al Auditorium de Palma los días 21 y 22 de enero.

Es el Día Mundial de la lucha contra la Depresión [hoy 13 de enero]. ¿La comedia es la mejor manera de acercar al público esta enfermedad mental?

Qué casualidad. La comedia siempre está basada en las cuitas, preocupaciones y tragedias del ser humano. Cuando es buena, nos divertimos y reímos, porque es el enfoque que le han dado, pero en realidad los personajes están sufriendo. Aquí la obra se inicia con un intento de suicidio, aunque puede ser cualquier otro conflicto, un desajuste, alguien metido en un mundo que no le pertenece, el fenómeno del pez fuera del agua. Al final la risa es una buena manera de enfocar la realidad y una válvula de escape para aceptarla, comprenderla y superar sus adversidades.

La primera versión de La gran depresión ya profundizaba en el empoderamiento de la mujer. ¿La ha cambiado mucho por lo ocurrido esta última década?

En este sentido, no, sino para adaptar la obra a los perfiles de Antonia San Juan y Nuria Roca y para actualizar algunos gags que quedaban desfasados. El texto analiza y cuestiona entre otras muchas cosas la dependencia de una de las protagonistas de todas las parejas que ha tenido y lleva implícita una mirada feminista. De todos modos, el movimiento del me too en los últimos años ha reactivado el feminismo, lo ha puesto en la palestra, felizmente. Ambos personajes realizan un viaje hacia su independencia, la capacidad de afrontar la vida sin necesidad de depender de otro, sea una pareja u otro elemento, así como un viaje a la madurez.

¿Por qué tenemos miedo a la soledad en la madurez?

El miedo a la soledad a partir de esa etapa que puede iniciarse a los 50 es resultado del miedo a la exclusión durante la madurez, justificada por el actual modelo de sociedad de consumo. Tanto las leyes del mercado como lo que potencian las redes sociales y las plataformas están dirigidos a la juventud. Por ello, cuando ves que tienes fecha de caducidad, esa sensación es muy feroz. Les ocurre sobre todo a las mujeres, no solo a nivel amoroso, sexual o de objeto de deseo, sino también laboral. La sociedad es muy cruel.

¿Cómo remediarlo?

Debemos poner en valor los regalos que brinda la experiencia, que es un grado y permite algo tan esencial como comprender mejor la realidad que nos rodea para sufrir menos. Tengo 56 años y sufría muchísimo más cuando era joven. Las personas maduras tenemos que reivindicar nuestra sabiduría y nuestra capacidad con el objetivo de ser más felices, ya que sabemos más sobre lo que sucede a lo largo del proceso de la vida. De hecho, esa sabiduría que adquirimos con los años nos sirve para enfrentarnos a la gran dureza del paso del tiempo.

¿A qué tipo de dependencias nos sometemos?

Cuando alguien no consigue aceptar el paso del tiempo y le duele, o incluso niega la pérdida de la juventud, puede caer en consuelos adictivos, como por ejemplo enamorarse de ciertas personas que no les hacen más felices o adoptar ciertos hábitos para que el sufrimiento no sea tan grande. Pero eso es como cuando te duele la espalda y te colocas en una mala postura para que deje de dolerte. Así no solucionas ese problema.

Dice que el cine es más infiel que el teatro. ¿Por qué?

Lo comparo con las relaciones amorosas porque en el cine he puesto mucho amor e interés en que los proyectos saliesen bien y no siempre ocurría. A veces tú quieres mucho a alguien y esta persona no te está tratando bien. Eso también lo da la experiencia: aprender a amar a quien bien te ame. El esfuerzo en el cine es muy grande y requiere tiempo. En cambio, cuando me he acercado al teatro, siempre he tenido una enorme libertad y facilidad para sacar adelante las iniciativas, y encima han tenido éxito, por lo que no tengo más que palabras de agradecimiento.

Ahora está a vueltas con una serie para una plataforma.

Estamos a punto de iniciar la preproducción. Es un proyecto del que todavía no puedo hablar, simplemente decir que es para la productora El Deseo, la de Pedro Almodóvar, y que empezaremos a rodar en mayo.

¿Qué le ha supuesto dirigir a una primeriza en las tablas como Nuria Roca?

Me gusta combinar intérpretes noveles con otros que tienen una trayectoria y es una mezcla muy gratificante para todos. Nuria ha trabajado de maravilla, tiene un gran instinto y ha quedado una obra muy divertida. Siempre es un riesgo para un creador, pero nadie se dedica a una profesión creativa si no quiere riesgos.

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