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Pere Pla, la luz que no se apaga

Pere Pla, icono de la música de los años 80 en Mallorca, con Miquel Barceló

El compositor, cantante y guitarrista Pere Pla; un genio que marcó a toda una generación, la de los efervescentes años 80; el primero en inscribir su nombre, junto a los Furnish Time, en la historia del Concurs Pop Rock; el músico que impactó con una puesta en escena que cautivó a artistas de la talla de Miquel Barceló, una de sus grandes amistades; fallecía el pasado día 16 de diciembre. A pesar de su muerte, su luz no se apaga. Su alargada sombra no deja de expandirse. Al margen de su legado conocido, cuatro discos publicados y un sinfín de piezas artísticas creadas para sus álbumes y conciertos, sus amigos, todos músicos, ya trabajan en la recuperación de material inédito. Pla no se detiene, seguirá volando.

Nacido en Palma en 1957, Pere Pla creció en el barrio de Santa Creu. Sus padres regentaban el Bar Can Toni, encuentro de tertulias, como luego lo sería el Café Lírico o el Can Martí. En ese mismo edificio, donde vivía su familia, tendría su primer contacto con la música. «A mi padre le gustaba mucho la música, de todo tipo, pero sobre todo la de Antonio Machín. Desde pequeño, Pere siempre dio muestras de su pasión por la música. Nuestro padre lo apuntó a clases de piano, con una profesora del barrio, para que aprendiera solfeo. Pero Pere quiso ser autodidacta. Con el tiempo acabaría comprándose su primer instrumento, una guitarra», recuerda su hermana Maria.

Pere Pla Miquel Massuti

Su talento rompedor, genuino, avanzado a su tiempo, tomó forma en Aeroplà, uno de sus primeros grupos, con el que, inspirándose en Pau Riba, Sisa y compañía, dio las primeras exhibiciones de una originalidad plausible. «La primera vez que escuché a Pere Pla fue a finales de los años 70 (78 o 79), cuando llegó a mis manos una cinta de casete con cuatro canciones, no recuerdo si me la pasó Biel Pons o el mismo Pere. Eran tres o cuatro canciones grabadas en el estudio que tenía Toni Fernández en Puigpunyent. Recuerdo que eran canciones sin batería de una belleza increíble, una de ellas aún me viene a la cabeza de vez en cuando y me sorprendo cantándola 42 años después, Nina de l’auba, con letra de Pere y música de Jos Gayá. Se grabaron, según alguien me contó, con una vieja Revox de cuatro pistas que perteneció a Daevid Allen», recuerda Miquel Massutí, fotoperiodista que vivió desde dentro toda la Movida de aquellos años.

En 1980, tras su aventura en el grupo Estaranyidores, formó Forats Negres, junto a Biel Pons, Aldred Mestre y su inseparable batería Mané Capilla. «Pere Pla me enseñó a amar la música. Yo empecé con la mejor gente que podría haber empezado a tocar. Me los encontré de frente y siempre sentí admiración por ellos», recuerda Capilla. «Ensayábamos en Ses Voltes y en nuestro local solían trabajar artistas como Rafel Joan, Aina Bonner o Miquel Barceló. Lo utilizaban como taller. Barceló era un colega más, accesible, pero a lo suyo, siempre pintando», añade.

Tras la disolución de Forats Negres, grupo del que queda todo un imaginario visual y musical, y también una maqueta rescatada de una casete que fue editada en formato vinilo por Espora Records en 2015 y en el que puede escucharse a Pla expresándose en un idioma inventado de fonética parecida a la inglesa, Pere formó finalmente su gran banda, Furnish Time, en 1983, de nuevo con Mané Capilla y Biel Pons, a los que se unieron Pep Vilariño a la guitarra y Juan Ga a los teclados. «Furnish Time era la banda más seria que existía en Mallorca, liderada por un músico con una gran personalidad, con una mirada distinta a los demás, y muy poco dispuesto a la banalidad. Estaban más cerca de grupos como los Smiths o Prefab Sprout que los de la mayoría de la Movida», afirma el periodista de RNE Miquel Cardell, en aquellos días al frente del programa Ous i caragols

El nivel de los Furnish Time sobralía y aunque en la final Madame Colette quedó muy cerca, su calidad e innovación se impuso, ganando la primera edición del Concurs Pop Rock. «Nos planteamos si presentarnos o no al certamen, pero como queríamos grabar un disco, el Concurs nos pareció un atajo, así que fuimos a por él. Ganamos por muy poco», apunta Capilla. Aquella victoria les permitió grabar un maxi single, el disco The Joy of the Others, con tres canciones, portada de Rafel Joan y editado por Blau, en la que sería una de las primeras referencias de este sello, tras los de Peppone y Zincpirithione. «Los Furnish marcaban diferencias, sonaban novedosos, originales, y su punta de lanzamiento, si hubieran tenido continuidad, podría haber sido aquel concierto que dieron como teloneros de los Smiths en Madrid», opina Miquel Àngel Sancho en referencia a una actuación que fue seguida en directo, durante las fiestas de San Isidro del 85 en el Paseo de Camoens, por unas 300.000 personas. 

Dos años después, tras un segundo disco, un mini-LP de seis canciones con portada de Miquel Barceló, Furnish Time se disolvía. Pere Pla continuó escribiendo, canciones, poesía e incluso música para teatro, como hizo para la obra La bolsa i la vida de los Dada Gugu. «Su música siempre fue elegante, sus letras, preciosas, y él, como persona, alguien extraordinario», subraya Jaume Bergas (La Burot, Arde el Mar, Negrei3Colors), un músico que siempre le admiró y con el que pasó largas horas de conversación, tanto en las tertulias del Lírico como en el Palau Weyler, donde Pla se instaló unos años.

«Pere Pla nunca fue a la moda, iba un paso por delante. Le apasionaba lo diferente e investigaba en la diferencia. No se sentía un músico de culto, las grandilocuencias le ahogaban. Era un referente, sí, y un ejemplo de que las buenas canciones son atemporales», defiende Bergas.

En 2011 regresó a los escenarios, de nuevo con Mané Capilla y con dos excelentes músicos de otra generación distinta a la suya, mucho más jóvenes, Pep Toni Ferrer (Oliva Trencada) a la guitarra y Puter (Satellites) al bajo, los Beta Splendens. Dos años después entregaba su última joya, El Pes del Cel, otra vez con portada de Barceló. «Queremos recuperar su legado, hacer una biblioteca digital con todo su material, porque tiene mucho material inédito. Y en esas estamos, recopilándolo todo», comenta Capilla.

«Hay bastante material grabado que no ha visto nunca la luz. Grabaciones de sesiones de ensayo más que material grabado en estudio profesional, pero de enorme calidad. Y algo, creo, con más calidad en estudio. Había también una colección de piezas instrumentales electrónicas para el imaginario Llonovoy que son increíbles. Recopilar ese material ayudaría a reconocer su trabajo y su evolución compositiva», sostiene el responsable de Espora, Juan Antonio Forés, ‘Pinxo’, un melómano enamorado de la «sensibilidad», «capacidad para superar contratiempos» e «innovación» de la que hizo gala Pere Pla.

Dibujo para el grupo Forats Negres, también de Barceló

Dibujo para el grupo Forats Negres, también de Barceló

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