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Obituario

El fallecido Oriol Bohigas diseñó la casa de Escarrer y dos viviendas en Costa de la Calma

El arquitecto catalán, un habitual en Mallorca, pidió la demolición de sa Feixina y realizó una intervención en la Catedral de Mallorca

Vicenç Mulet, Oriol Bohigas y Beth Galí en Galilea en 2015

El arquitecto Oriol Bohigas, el impulsor de la transformación de Barcelona que culminó con los Juegos Olímpicos, falleció este martes a los 95 años al agravarse la enfermedad de Parkinson que padecía. Estuvo muy vinculado a Mallorca por las amistades que aquí cultivó con otros grandes de la arquitectura que veranean en la isla, entre ellos Rafael Moneo y Lluís Clotet, y dejó su impronta con diversos proyectos. Destacan la construcción de la enorme casa de Gabriel Escarrer junto a Son Vida, un complejo del empresario en Puerto Vallarta (México) y el inicio de la urbanización de la Costa de la Calma, donde levantó un par de viviendas unifamiliares de una planta. También intervino en los años 80 en la reparación de la cubierta de la Catedral y sobre el monumento de Sa Feixina dijo que habría que derribarlo.

Quienes le conocieron bien, como el arquitecto mallorquín Vicenç Mulet, admiran sobre todo «su capacidad intelectual y su energía». Cuenta que «tenía el arte de ilusionar y provocar con ironía para abrir nuevos caminos y dar luz desde otro lado con el fin de aportar nuevas opiniones», en palabras de Mulet. Con Bohigas «solo se podía aprender, aprender y aprender», que es lo que hacía con su mentor y los profesionales de su talla antes citados «cuando se juntaban en verano y tenían grandes conversaciones», como recuerda el mallorquín.

La casa que Bohigas diseñó para Escarrer junto a Son Vida. |

El arquitecto catalán, socio del estudio MBM, «fue muy crítico con determinada arquitectura que se hacía en la isla, la que era denominada estilo mallorquín, y responsabilizaba de ello a quien firmaba esos proyectos, ya que los arquitectos tienen que asumir su papel ético en la profesión». Para el «trabajador incansable» que fue Oriol Bohigas, «la arquitectura tiene como objetivo una función social, debe ser transformadora de la ciudad mediante la mejora de su espacio y, por lo tanto, tener un impacto en la sociedad», tal como destaca Vicenç Mulet sobre lo que pensaba quien fue director de la Escola Tècnica Superior d’Arquitectura de Barcelona antes de emprender su gran proyecto urbanístico.

Es considerado el artífice del conocido Modelo Barcelona, ya que en los años 80 rediseñó su ciudad desde el ayuntamiento, primero con Narcís Serra como alcalde y después con Pasqual Maragall, quien encaminó con éxito la candidatura que les llevó a celebrar las Olimpiadas del 92. Sin embargo, el socio de Josep Maria Martorell y David Mackay en MBM desplegó también otras muchas facetas durante su larga y prolífica vida.

Suele ser definido como «un auténtico hombre renacentista», relacionado desde siempre con el ámbito cultural. En la década de los 60 formó parte de la llamada gauche divine, fue fundador de Edicions 62 en 1975 y estuvo al frente de la editorial hasta 1999, y durante los 80 promovió además la Fundació Miró, acometiendo la ampliación del edificio. Ya en este siglo, de 2003 a 2011, presidió el Ateneu Barcelonès e impulsó la reforma del inmueble con el fin de potenciar las actividades.

Junto a sus socios de MBM, en los últimos 45 años realizó más de 500 proyectos arquitectónicos, de urbanismo y diseño, entre ellos la Vila Olímpica para Barcelona 92, el Pabellón del Futuro de la Exposición Universal de Sevilla de ese mismo año, la Escola Thau de Sant Cugat, la Universitat Pompeu Fabra, la ampliación de El Corte Inglés de la plaza Catalunya, el Museu del Disseny de Barcelona y la remodelación de la estación de metro del Liceu.

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