Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crítica de música | Nuevo mundo, nuevas maneras

Casi un año después que la misma formación nos ofreciera un concierto memorable en el mismo espacio, el Teatre Xesc Forteza de Palma, la Acadèmia 1830, con Fernando Marina al frente, ofreció, el pasado sábado una versión para orquesta clásica, de poco más de veinte instrumentistas, de la Sinfonía del Nuevo Mundo de Antonin Dvorak. Una versión debida a Iain Farrington, que tiene en su haber el hecho de saber convertir obras grandes del repertorio sinfónico en obras para grupo reducido. Y, lo más importante, sin que pierdan su esencia inicial.

Fernando Marina y sus músicos conocen bien la partitura original, pude comprobarlo cuando, durante la sesión de la mañana, tuve la oportunidad de comentarla con el director y con alguno de ellos, quienes incluso citaron sus preferencias discográficas, estableciendo un pequeño pero fructífero debate entre las versiones disponibles en el mercado, que son muchas y variadas. Sin este conocimiento de la obra original hubiera sido difícil conseguir un resultado tan efectista y musicalmente interesante como el que ofrecieron.

Para empezar, esa delicada introducción que lleva al primer tema explosivo, ya marcó por donde iría la sesión, pues consiguieron seducirnos del todo y ponernos en situación.

En el segundo movimiento, ese canto a la naturaleza con connotaciones legendarias y evocaciones tribales, Marina estuvo muy convincente, delicado e incluso algo nostálgico, para, justo después, explotar en ese scherzo rico en materiales melódicos.

En el final, menos apoteósico de lo que parece insinuar el inicio del último movimiento, la orquesta estuvo comedida, dando entender que, como Dvorak, no tomaría partido entre las diferentes opciones de mestizaje musical ofrecidas anteriormente, para así dejar que fuera el espectador quien apostara por una o por otra.

Buena iniciativa, pues, esa de acercar obras sinfónicas en pequeño formato, sobre todo si se ofrecen con la profesionalidad como la de la Acadèmia 1830. Otra manera de hacer música en tiempos, si no convulsos, si extraños.

Compartir el artículo

stats