La polifacética Rossy de Palma y la pintora, performer y escenógrafa Pi Piquer serán las encargadas de abrir el próximo día 20 el XXIII Festival de Poesia de la Mediterrània. Una edición que defiende la idea de que la «poesía es salud» y que llega tras una cita, la de 2020, que se tuvo que hacer con cápsulas audiovisuales a causa de la pandemia.
Rossy de Palma y Pi Piquer, que este año han recorrido la geografía española con el ciclo Mujeres con superpoderes, coincidirán el día 20 en la Fundació Pilar i Joan Miró (a las 17 horas), en el primero de los cuatro actos previos a la Festa de la Poesia. Tras su intervención llegarán las de Jaume C. Pons Alorda y Dídac Rocher (día 24), Marc Rosich, Marc Sambola y Joan Vázquez (día 26) y Maria Cabrera e Irene Fontdevila (día 27), todas en el Teatre Principal a las 20 horas.
El acto central del festival, la denominada Festa de la Poesia, se celebrará el domingo 28 de noviembre, a las 18 horas, en el Teatre Principal de Palma, con entrada gratuita. Participarán la filóloga, traductora, poeta y cantante badalonesa Odile Arqué; el poeta, traductor, escritor y periodista palestino-sirio Mohamad Bitari, exiliado político en Barcelona; el autor catalán David Caño; la poeta formenterera Maria Teresa Ferrer; la poeta y periodista siria Suzanne Ibrahim; la poeta en euskera Tere Irastortza; la poeta en lengua francesa y occitana Aurélia Lassaque; la cantante y poeta francesa Sandra Moussempès; el escritor y actor gallego Gonzalo Navaza; la barcelonesa Lola Nieto; y la traductora y licenciada en historia moderna y contemporánea Dolors Udina. Mallorca estará representada en la poesía de Antonina Canyelles, que ya participó en el Festival de Poesia de la Mediterrània de 2007. La música no faltará en la Festa, a cargo de Toni Cuenca, al contrabajo.
«Somos un festival sonoro en que la música del verso es la protagonista. El cómo de las texturas fonéticas que crean un espacio polifónico fiestero se superponen al qué de la cantinela que explica los acontecimientos. La herida está abierta, llena de materia de cuerpo —el amor, el paso del tiempo, la enfermedad, el dolor, el miedo de la muerte, el coraje, el fervor, el odio, la desesperación— que los versos tejen con palabras aladas. Catorce poetas en diez lenguas nos darán sus ritmos personales e intransferibles», adelanta el director del festival, Biel Mesquida.
