La obra de teatro Descripció d’un paisatge, de Josep Maria Benet i Jornet, se representará este fin de semana en la Sala Gran del Teatre Principal. Interpretada por Enka Alonso, Ona Borràs, Màrcia Cisteró, Francesc Ferrer, Pep Ferrer, Carles Martínez, Òscar Rabadan y Fina Riu, se trata de una coproducción con la Sala Beckett de Barcelona, con la que se repetirá experiencia, la próxima vez con un autor mallorquín.

La obra llega al Teatre Principal después de su paso por la Sala Beckett, donde ha estado en cartel cinco semanas, registrando una buena acogida de público y críticas, según ha destacado el Consell de Mallorca. En Palma, se representará este sábado, a las 20 horas, y el domingo, a las 18 horas.

La presentación de Descripció d’un paisatge contó ayer con la asistencia de Bel Busquets, vicepresidenta del Consell de Mallorca y consellera ejecutiva de Cultura, del director del Teatre Principal, Josep Ramon Cerdà, y de la actriz Ona Borràs. El director de la Sala Beckett y responsable de la puesta en escena, Toni Casares, intervino mediante un vídeo en el que destacó la importancia de esta colaboración con el Principal.

Según ha informado el Consell, durante la presentación, Bel Busquets ha comentado sobre el texto de Benet i Jornet: «Es una obra política, que nos hará reflexionar y en la que hallaremos lazos con el momento político actual».

Por su parte, Cerdà ha explicado la intención del Teatre Principal de contribuir a promocionar la dramaturgia contemporánea y, además, hacer que los profesionales de la escena isleña puedan hacer temporada en Barcelona. Es el caso de esta coproducción, en la que intervienen la mallorquina Ona Borràs y la menorquina Enka Alonso, además de la iluminación, firmada por el también mallorquín Guillem Gelabert.

El director del Teatre Principal ha añadido que el texto de Josep Maria Benet i Jornet es de «absoluta vigencia». La obra transcurre en una ciudad mediterránea imaginaria, donde el jefe de un Estado totalitario decide evolucionar hacia a la democracia. En estas circunstancias, las dos hijas de un disidente vuelven del exilio, con miedo, pero dispuestas a ejercer su venganza personal.

Ona Borràs ha indicado ayer que «es una obra de teatro político, pero también tiene mucho de persona humana, de sentimiento».