El artista alemán Thomas Demand creó y destruyó un falso mundo que ahora expone en Santander, con fotografías de recreaciones en papel y cartón que permanecerán suspendidas hasta el 6 de marzo de los techos del Centro Botín, en alusión al suspenso de la vida que ha supuesto la pandemia.

La exposición, formada por pabellones que simulan un paisaje urbano y por imágenes, muchas inéditas, se complementa con un catálogo que incluye un texto sobre el artista del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.

Demand, uno de los artistas contemporáneos más admirados y controvertidos, es conocido por sus fotografías de gran tamaño de maquetas hiperrealistas, esculturas a escala real o paisaje, realizadas en papel, y destruidas después de ser fotografiadas.

Todas sus imágenes, también las 36 que se exponen en el Centro Botín y que provienen de distintas colecciones, representan espacios construidos artificialmente que parecen reales a primera vista, en los que no faltan las referencias a otros artistas de distintas disciplinas, y los homenajes a la arquitectura.

Archivos "vacíos" de Donald Trump, la torre que lleva su apellido, una fiesta de cumpleaños, el escenario de un crimen, un crucero que se convierte en un centro de cuarentena o una mesa lista para cenar son sólo algunos de los protagonistas de sus imágenes.

En la muestra también puede verse un vídeo hecho a través de stop-motion, mediante 800 imágenes unidas con esta "tecnología de Disney de los años veinte", y con una serie de pequeñas impresiones que hizo cada una en un día, al contrario que las grandes, que le suelen llevar meses o incluso un año.

El mundo en un estudio

"Cuando hago fotografías llevo el mundo a mi estudio, yo creo un mundo. No saco la cámara a la calle y espero a que se den las condiciones óptimas para fotografiarlo, todo lo recreo desde cero en mi estudio, en una especie de uno contra uno", ha explicado el artista, que regresará al Centro Botín para ofrecer un taller cuando vaya a concluir la muestra.

Los pabellones que albergan las fotografías son "falsos y reales a la vez", explica su autor, quien añade que las fotografías enmascaran "una verdad ficticia" porque las incluye "en una esfera diferente" eliminando a las personas y creando un "teatro de la emoción".

Hace tres años, cuando acudió a conocer el Centro Botín y ver su espacio -la muestra estaba prevista para el año pasado, pero no se pudo hacer por la covid-19- le gustó el techo de la sala de la segunda planta para colgar sus obras, algo que no había hecho antes.

"Ha resultado muy acertado ya que la pandemia también ha mantenido en suspenso nuestras vidas durante todo este tiempo", ha subrayado.

Cuidadosa selección de fotos

El artista ha estado acompañado en le presentación por el comisario de la exposición, Udo Kittelmann, quien ha destacado la cuidadosa selección de las fotografías.

"Las fotografías seleccionadas han sido escogidas cuidadosamente, de forma que muestran eventos de nuestra vida diaria, escenas que pueden llamar nuestra atención cuando recorremos la ciudad por la mañana o por la tarde y, por supuesto, eventos e imágenes que pertenecen a nuestra memoria colectiva y aparecen en los medios", ha explicado el comisario.

A su juicio, el trabajo de Demand "trata de ser objetivo con lo que pasa en el mundo pero, al mismo tiempo, siempre trata de crear y tocar emociones que a menudo están ocultas y de las que no se habla".

Para la directora ejecutiva del Centro Botín, Fátima Sánchez, la exposición permite cumplir la misión social que tiene el centro de "desarrollar la creatividad" de todo el que le visita.

"Supone un reto para nuestra mirada. Nos exige observación, nos ofrece belleza y, sin lugar a dudas, estimula nuestra imaginación", ha opinado Sánchez.