Desde ayer, lo más destacado de la colección del National-Bank de Alemania puede verse en el CCA Andratx. El comisario Walter Smerling, que ha venido en avión desde Alemania, anda a la deriva, pegando cinta adhesiva, pensando en voz alta y pidiendo más luz. Como un director de orquesta, dirige a su equipo de montaje de cinco personas, que se mueve como en una coreografía de baile perfectamente ensayada.
El motivo de la muestra es el centenario del National-Bank, que tiene sede en Essen, banco que concede gran importancia a la promoción del arte y patrocina numerosas exposiciones en la región del Ruhr. Hasta el 22 de agosto, Insights se expuso en el MKM con gran éxito. «Nos dimos cuenta de que muchos miembros de la Fundación Arte y Cultura viven en Mallorca y pensamos que tendría sentido que mostráramos la exposición en un segundo lugar», explica Walter Smerling. Sólo desde el punto de vista económico, el trabajo valía doblemente la pena. Y ya era hora de volver a realizar un proyecto en la isla tras una larga pausa. En años anteriores, la fundación había realizado aquí un total de cinco importantes exposiciones, y actualmente está en conversaciones con la ciudad de Palma sobre el arte en el espacio público.
Walter Smerling, comisario de la exposición, agradece que el National-Bank le haya dado vía libre para seleccionar las obras. «He conocido toda la colección y me he concentrado esencialmente en los artistas que estudiaron o enseñaron en la Academia de Düsseldorf», explica. Es una de las academias más importantes del mundo y ha tenido una gran influencia en la escena artística de Alemania y de otros países. Beuys, entre otros, y muchos de sus alumnos hicieron historia del arte allí, y su fama resuena hasta hoy.
Smerling seleccionó obras clave representativas de los artistas. La dificultad a la hora de diseñar la exposición era combinar los más diversos formatos y grupos de obras en una unidad de forma significativa: cada artista tenía su propia firma e independencia trabajando por su cuenta, pero también en interacción con el resto. «Hay que armonizar. La exposición debe funcionar como una película y contar algo», dice.
Un argumento central son las numerosas historias de relación entre los artistas, que se hacen comprensibles al ver las obras en vivo y en color. Como ejemplo, el comisario cita las obras de Gotthard Graubner y de su alumna Katharina Grosse colgadas una al lado de la otra en la parte delantera de la exposición: «Ahí se puede ver lo que ha sucedido con la pintura: el sistema ordenado de Graubner de diseño del color sobre el objeto se ha convertido de repente en una explosión».
El extenso ciclo de obras de Markus Lüpertz se mueve entre la bidimensionalidad y la tridimensionalidad: contiene estudios preliminares de dibujos y bocetos escultóricos (Bozzetti) para su expresivo coloso escultórico Uranos en la Theaterplatz de Essen, frente al Banco Nacional, que marca el fin de la minería del carbón en la región.
En la sala contigua, en cambio, los visitantes podrán ver que está enteramente dedicada a una serie de obras de filigrana de Joseph Beuys. Para el entonces joven Smerling, de 18 años, su primer encuentro con Beuys en un acto público fue rompedor: «Me fascinó. Yo sólo era un aprendiz de banca, un joven con corbata y traje», dice. En las obras expuestas, explica, se puede ver que Beuys era un artista casi científico que trabajaba intensamente con la flora y la fauna. «Dibuja la vida, pero de forma abstracta-realista».
