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Arquitectura

Un acto de justicia hacia el arquitecto José Ferragut Pou

El autor de la emblemática Iglesia de la Porciúncula, de la Parroquia de Sant Agustí y del edificio de Gesa fue asesinado a finales del régimen franquista debido a su condición sexual

Los sobrinos de arquitecto han protagonizado hoy el descubrimiento de la placa conmemorativa

El arquitecto mallorquín José Ferragut Pou ha sido ensalzado hoy en un acto emotivo y familiar que tuvo lugar en el Centro de la UNED-Illes Balears, en el Polígono Son Castelló. La ceremonia de justicia, organizada por Judit Vega, directora de la UNED, ha rememorado con calidez a quien en su día fue una figura clave en la modernización arquitectónica de Baleares. Con una larga trayectoria profesional a sus espaldas marcada por su exquisita huella artística en reconocidas obras como la Iglesia de la Porciúncula o el conocido edificio de Gesa, Ferragut fue un ejemplo de evolución y trabajo incansable. 

La jornada en memoria del artista, asesinado en 1968 debido a su orientación sexual, ha transcurrido en dos actos. Durante la primera parte de la mañana ha tenido lugar el descubrimiento de la placa conmemorativa del arquitecto con motivo de la inauguración de la biblioteca de la UNED a su nombre. A continuación, se ha llevado a cabo una presentación a cargo de Vega, que ha constado de un breve recorrido por la trayectoria profesional de Ferragut así como de una explicación de algunas de sus obras más ilustres. La directora ha hecho hincapié en la necesidad de mantener vivo el recuerdo de un hombre que tanto ofreció a la isla que le vio crecer como persona y como artista. Con un estilo racionalista que le aproxima a los grandes Gropius o su admirado Le Corbusier, su obra supuso una auténtica revolución en la manera de concebir la arquitectura de los años 50 y 60 en las islas, en pleno desarrollismo turístico. Es por ello que hay quien sostiene que algunos de su edificios hoy diseminados por el centro de Palma respiran aires de la Escuela Bauhaus alemana. De entre los muchos avances que trajo a Balears, sobresale la introducción del hormigón armado para la construcción de edificios. Por último, los sobrinos del arquitecto, Toni y Pep Ferragut, han clausurado la jornada con unas palabras que han puesto de relieve la extraordinaria calidad humana del homenajeado, tan querido por quienes le rodeaban gracias a su carácter afable y cercano.

Un apasionado del cine

Sus sobrinos han destacado también la faceta melómana y cineasta del arquitecto, poco conocida fuera del ámbito familiar: «Recuerdo también a aquel tío que nos hacía películas los domingos, que alquilaba películas de Hitchcock en blanco y negro, las proyectaba en el cine particular que teníamos en casa», evocó con cierta nostalgia su sobrino Pep, autor del único libro dedicado al arquitecto. Durante la ceremonia honorífica, también ha querido remarcar que su tío fue una persona «trabajadora, relativamente sencilla pero de gustos muy exquisitos y sobre todo muy familiar, todos los sábados y domingos los pasaba con su familia». Pep Ferragut añade que «ahora con el tiempo me doy cuenta de su gran potencial arquitectónico que tuvo en tan solo 26 años de profesión, su capacidad de hacer gran cantidad de obras, muchas de ellas silenciadas tras su trágica muerte».

La historia de Ferragut es la de un arquitecto de enorme talento que, a pesar de haber traído a las islas con éxito los aires del movimiento moderno, fue una víctima más de la represión propia del régimen franquista, que intentó borrar su nombre de la historia y silenciar su legado. Hoy, 53 años después de su asesinato, Mallorca le brinda en la UNED el espacio de memoria que merece.

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