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La noche gloriosa de Franco Battiato en Mallorca

El promotor mallorquín Toni Rubio trajo en 2002 a Calvià al genio italiano, quien viajó acompañado por el filósofo y letrista Manlio Sgalambro y se fotografió con la exalcaldesa socialista Margarita Nájera

Manlio Sgalambro, Margarita Nájera y Franco Battiato, en mayo de 2002, en el hotel Bellver de Palma.

Fue un concierto que congregó en torno a mil personas. “Emulamos el ambiente de un teatro pese a celebrarse en el polideportivo de Santa Ponça, un poco lo mismo que hicimos en el Palma Arena con Leonard Cohen. La gente estaba sentada, todo estaba acolchado para conseguir el sonido perfecto, él tenía un magnetismo encima del escenario increíble, actuaba con él una orquesta sensacional, fue una noche gloriosa”, rememora para este diario Toni Rubio, el promotor del único concierto que dio el genio italiano en Mallorca. La fecha de la actuación: el 4 de mayo de 2002.

“El recital fue principalmente en italiano”, evoca el promotor. La gira con la que Battiato vino a Mallorca fue la de Hierro forjado, cuyas letras son obra del filósofo Manlio Sgalambro. El día antes de la actuación, el italiano ofreció una rueda de prensa en el Hotel Bellver de Palma a la que también acudió Margarita Nájera, por entonces alcaldesa de Calvià.

“Tenía muchas ganas de traerlo a la isla. Al igual que Cohen. Son de esos artistas que en un momento de tu trayectoria como promotor te preguntas qué música es la que te gusta personalmente y decides dar el paso y organizar un concierto. Y los traes pase lo que pase, vaya mucha gente o no”, comenta Rubio. “Viajó también con él Sgalambro”, quien subió al escenario para interpretar algunos temas en el recital.

En la rueda de prensa, Battiato también deslizó opiniones sobre la actualidad política. “No quiero defenderlo, pero Berlusconi recibe cada día ataques por todos los lados, merecidos por otra parte. Pero no deja de ser fácil atacarlo. Hay que empezar a atacar a los difíciles: a Bush, a Blair o a Sharon, que es un verdadero antisemita”.

“Recuerdo al cantante como alguien muy serio, muy pensativo, tanto que en parte me aterrorizaba. Me costaba hablar. Es de esas personas que te amedrentan. Con Sting también me pasaba lo mismo”, explica. Pese a ello, Rubio recuerda la manera en que conectaba el italiano con el público. “Además de hacer unas composiciones fantásticas, era inteligente, culto… Era como un artista del Renacimiento. Pintaba, hacía audiovisuales, también escribió una ópera y a su vez manejaba a la perfección la composición de baladas pop; era un artista nacido a destiempo. Me recordaba en otra escala a Luis Eduardo Aute”, señala.

Franco Battiato. B. Ramon.

“Es de esos grandes artistas que te traes para darte el gusto. Que como promotor te enriquecen el espíritu y un poco menos el bolsillo. Battiato es un caso único y excepcional. Hace justo tres días pensaba en cuándo podría hacer un concierto de Battiato después de todo esto de la pandemia”, confiesa Rubio, afectado por la noticia de la muerte del genio.

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