Una fotografía del rey emérito tras una reja ha aparecido estos días en Palma. Los barrotes de la ventana tapiada donde se halla la imagen están en un callejón que linda con Santo Domingo y bajo el retrato de Juan Carlos I hay un grafiti de una corona pintado con anterioridad. La foto es en blanco y negro, parece desgastada y el perfil del que fuera rey de España durante casi cuatro décadas ha sido recortado. Los numerosos seguidores del arte efímero de Abraham Calero conocen bien la estética de sus obras y en esta se cumple a la perfección con un protagonista que repite.
Y la callejuela responde a lo que él necesitaba para su última intervención. «Tenía localizadas un par de ventanas tapiadas con rejas y pensé en pegar la foto en una de ellas, pero un amigo me enseñó la de Santo Domingo y me pareció idónea. El hecho de que hubiera una corona dibujada y que estuviese junto al topónimo del primer lugar donde pretendía refugiarse después de conocerse sus actividades ilícitas era muy apropiado», relata.
El emérito trajeado y con gafas de aviador tras la reja del callejón surgió debido a que «hace un par de semanas alguien quitó la foto del sello del rey con el matasellos de Ginebra y la fecha 6 de julio de 2020», que Calero pegó entonces en la calle Samaritana. Eligió ese día porque es cuando la Fiscalía española recibió la información reclamada a Suiza respecto a las cuentas investigadas y lo puso en un matasellos «por su simbolismo debido a que cuando se estampa pierde su valor, igual que el rey lo perdió como ciudadano ejemplar tras salir a la luz todo esto».
La nueva pieza da continuidad a la primera y su interpretación queda en manos del espectador. «Yo solo he pegado una fotografía en una ventana tapiada y es el contexto y la mente de quienes la observan los que complementan la lectura», concluye.
