La conselleria de Educación no destituirá al director de la Escuela Superior de Arte Dramático de les Illes Balears (Esadib) ni tampoco apartará de las clases al profesor de este centro expedientado e investigado por la Fiscalía por presuntos casos de acoso sexual a varias alumnas, «sin una orden judicial». Así lo afirman desde Educación del Govern, que marca distancias con el caso del Institut del Teatre, cuya directora, Magda Puyo, sí dimitió tras las acusaciones de presunto abuso sexual y de poder por parte de tres profesores de este centro barcelonés.
El caso del profesor de la Esadib, que ya ha sido apartado de sus tutorías individuales con las alumnas y que ha cogido la baja laboral, por lo que no está dando clases en la escuela, explican fuentes próximas al centro, será examinado «en las próximas semanas» por el Patronato de la Fundació per als Estudis Superiors de Música i Arts Escèniques de les Illes Balears (Fesmae), del que depende la escuela palmesana, y lo hará con la toma de declaración de los afectados: alumnas denunciantes, director del centro, equipo directivo, el profesor expedientado y el profesorado. «El Patronato, si lo considera, podrá aplicar una sanción, contra la que podrá alegar el acusado, por lo que probablemente no tengamos una resolución hasta de aquí a dos meses», indican desde Educación.
El comité de empresa de Fesmae «ya tiene un borrador, con el que se está trabajando», en lo que será el futuro protocolo de actuación contra abusos sexuales, una herramienta con la que no cuenta la Esadib, una carencia que critican desde algunos colectivos e instituciones consultados por este diario.
«Entendemos que todos los centros educativos tienen que contar con un protocolo de prevención contra posibles abusos sexuales. Sabemos que Inspección educativa ha puesto los presuntos hechos en conocimiento de la Fiscalía pero eso no exonera a tener un protocolo», afirma la directora del Institut Balear de la Dona, Maria Duran, quien pide que ante los casos de denuncia «las declaraciones no se hagan en presencia de las dos partes, denunciante y denunciado, sino por videoconferencia, con el fin de evitar el efecto intimidatorio».
«Hay que profundizar en la investigación, la de la Administración y la de la Fiscalía, y ofrecer por parte de la Administración todos los instrumentos para que las denunciantes tengan todas las garantías que les daría un protocolo», subraya.
Para la presidenta de la Associació d’Actors i Actrius de les Illes Balears, Marga López, el protocolo para prevenir y actuar contra el acoso sexual «debería estar instaurado» en la Esadib así como en todos los centros educativos y laborales. «Estaremos vigilantes ante los acontecimientos y trataremos este asunto en nuestra próxima junta para elaborar un comunicado cuando se conozca todo», asegura López, quien condena «de un modo enérgico» cualquier tipo de acoso y agresión sexual.
«Este es un episodio lamentable. Que se pongan todos los medios para que el acoso no exista y que se llegue al fondo de la investigación», pide el director del Teatre Principal de Palma, Josep Ramon Cerdà. Desde el Principal, que dispone del Protocol de prevenció de riscos psicosocials (assetjament psicològic, assetjament sexual i assetjament masclista) desde 2011, sostienen que en la Esadib «se tendrán que asumir responsabilidades si se demuestran hechos tan graves» como los denunciados por las estudiantes.
«Ya está volviendo a salir el agua sucia de una cañería llena de mierda que acabará reventando», espeta la actriz y periodista Marisol Ramírez, quien, como graduada en Lengua y Literatura Española, ya cargó el año pasado contra la Esadib por mala praxis, denunciando la existencia de «un bolsín propio inaccesible» para el profesorado de estas dos materias. «La Esadib es una metáfora de Mallorca, un chiringuito montado desde una Administración que trabaja en connivencia. Quiero saber quién es el profesor expedientado, se tiene que saber su nombre, porque, si no, todos los otros profesores son sospechosos y cómplices», exige.
La actriz, que aplaude a las «alumnas valientes» que han denunciado, considera «inexplicable e insultante que en el siglo de la revolución feminista la Esadib no disponga del correspondiente protocolo para prevenir y actuar contra el acoso sexual». Tampoco le extraña: «Los de la Esadib son los intocables, nadie los cuestiona, porque son la Cultura. Se conocen todos en ese escudo y todos saben lo que ocurre ahí dentro. Yo de la Esadib ya no espero nada, solo el código mafioso de la isla: silencio, silencio, silencio, y dejar que la tormenta pase y salga el sol».
El primer caso de presunto acoso sexual comenzó a ser investigado el pasado diciembre cuando otro docente de la Esadib comunicó a la jefa de estudios de este centro público que un compañero de trabajo «estaba acosando a una estudiante y conocía que se habían producido situaciones similares en cursos anteriores».
Tras reunirse con la alumna, primero, y el presunto acosador, y después de acordarse llevar a cabo un seguimiento del caso, la jefa de estudios recibió nuevas acusaciones de parte de dicha estudiante y dos compañeras más. Con las nuevas acusaciones, desde el departamento del Govern vieron que tenían indicios suficientes como para realizar «una mayor indagación de una posible responsabilidad disciplinaria por parte del profesor», por lo que «puso los presuntos hechos en conocimiento de la Fesmae. Al día siguiente de la reunión con las tres estudiantes, la jefa de estudios se encontró con un escrito anónimo que finalmente ha acabado en manos de la Fiscalía en el que hay incriminaciones que «podrían ser constitutivas incluso de delito si se demostrase que son ciertas».
