Amigos , colaboradores y colegas de profesión de Antoni Caimari han remitido una carta contundente a los miembros del patronato de la Fundació ACA para pedir que el maestro pobler no «sea desahuciado» de su hogar «e ingresado en una residencia».

«Obligarle a abandonar el territorio ACA supondrá para Caimari la inmediata caída en un estado de tristeza que acelerará el proceso de deterioro vital y un desenlace trágico», recoge el escrito al que ha tenido acceso este periódico.

Los signatarios consideran que el artista, fundador de ACA, «debe vivir sus últimos años en la modesta vivienda personal que habilitó junto a la sede de la fundación y en compañía de sus seres queridos y los profesionales contratados para proporcionarle los cuidados que una persona de su edad y delicada salud necesita». Sus amigos sostienen que este extremo debería cumplirse, sobre todo si se tiene en cuenta que «Caimari se instaló junto a la sede de la fundación para poder ofrecer un servicio personal permanente y constante durante más de cuarenta años. Atendiendo a cuantos durante estas décadas y a cualquier hora del día o de la noche requirieron su ayuda, consejo o amistad».

El texto, que ya está en manos del patronato, también recuerda que ACA se creó y levantó con el patrimonio personal de Caimari. «Haciendo gala de una admirable y poco común generosidad, ha ido donando todos sus bienes, su tiempo y su talento a la fundación. El patronato y las instituciones públicas que han asumido la protección del legado deben tenerlo en cuenta y tratar este asunto de un modo respetuoso y consecuente», recoge la carta.

Los amigos del artista pobler aseguran que el hecho de que éste apenas reciba la más modesta de las pensiones públicas y padezca tantos apuros económicos «se debe a que nunca pensó en sus propios intereses económicos y a causa de este desprendimiento no pudo prever lo que necesitaría al llegar a la ancianidad».

La misiva termina con una petición al patronato de la fundación y a las instituciones públicas (Consell, Govern y distintos ayuntamientos) que están representadas en el mismo. «Consideramos una obligación proponer que proporcionen a Antoni Caimari el cuidado y las atenciones que necesita y que en ningún caso se cometa el error de sacarlo de la fundación a la que ha dedicado su vida».

De momento, la carta está firmada por los compositores Benet Casablancas, Claudio Zulian (también exdirector de ACA), Llorenç Balsach, Llorenç Barber, Eduardo Polonio, Alessandro Taddei, Inmaculada Cárdenas y Antoni Mas Bou; los poetas Biel Mesquida, Eduardo Scala o Jaume Galmés; el editor Basilio Baltasar; el fotógrafo Miquel Salom; el catedrático emérito de Filosofía de la UAB Víctor Gómez Pin; la soprano Indira Ferrer; la pianista Vanesa Santanach o el historiador Pere Rosselló Bover, entre otros.

En estos momentos, más personalidades culturales se están adhiriendo al texto de apoyo a Caimari.El secretario de la Fundació ACA, Miquel Àngel Tortell, negó que a Antoni Caimari se le vaya a dejar desamparado. «Usar la palabra desahucio me parece de muy mala fe porque nunca nadie ha hablado sobre ello», comentó a este diario, refiriéndose al contenido de la carta remitida por amigos y colaboradores del maestro pobler y que ya está en manos del patronato de la fundación. «Trataremos sobre su contenido en el pleno ordinario de este mes», informó a este periódico. «Las personas que firman esta carta han sido instrumentalizadas y la deben haber firmado de buena fe. Hablaremos con ellos y les explicaremos la situación que hay, que no es de desamparo», comenta Tortell. «Aquí hay ganas de distorsionar la realidad por parte del hijo de Antoni», aseguró el secretario.

Según Tortell, Caimari presenta un grado de dependencia «muy elevado». «Ha sido su entorno, gente ajena a la familia, la que ha movido los papeles de manera efectiva para conseguir las prestaciones de dependencia por parte de la conselleria de Asuntos Sociales. Y ahora se está a la espera de que llegue la carta definitiva del organismo con una doble propuesta, el dinero que le tocaría por su dependencia o la posibilidad de ingresarlo en una residencia. Y ésa es una decisión que sólo le corresponde a la familia», subraya el secretario.

«Antoni cuenta con unas instalaciones totalmente actualizadas en estos momentos. Está cuidado. Y hemos tenido que soportar insultos y acusaciones falsas», señala, «cuando lo que hemos hecho es recuperar la actividad y la vitalidad de ACA», considera. «Que nos acusen de desamparo, algo que es totalmente falso, enturbia la memoria y el legado de Toni», concluye.

«Es falso, una acusación de mala fe que enturbia el legado de Toni» 

El secretario de la Fundació ACA, Miquel Àngel Tortell, negó que a Antoni Caimari se le vaya a dejar desamparado. «Usar la palabra desahucio me parece de muy mala fe porque nunca nadie ha hablado sobre ello», comentó a este diario, refiriéndose al contenido de la carta remitida por amigos y colaboradores del maestro pobler y que ya está en manos del patronato de la fundación. «Trataremos sobre su contenido en el pleno ordinario de este mes», informó a este periódico. «Las personas que firman esta carta han sido instrumentalizadas y la deben haber firmado de buena fe. Hablaremos con ellos y les explicaremos la situación que hay, que no es de desamparo», comenta Tortell. «Aquí hay ganas de distorsionar la realidad por parte del hijo de Antoni», aseguró el secretario.

Según Tortell, Caimari presenta un grado de dependencia «muy elevado». «Ha sido su entorno, gente ajena a la familia, la que ha movido los papeles de manera efectiva para conseguir las prestaciones de dependencia por parte de la conselleria de Asuntos Sociales. Y ahora se está a la espera de que llegue la carta definitiva del organismo con una doble propuesta, el dinero que le tocaría por su dependencia o la posibilidad de ingresarlo en una residencia. Y ésa es una decisión que sólo le corresponde a la familia», subraya el secretario. 

«Antoni cuenta con unas instalaciones totalmente actualizadas en estos momentos. Está cuidado. Y hemos tenido que soportar insultos y acusaciones falsas», señala, «cuando lo que hemos hecho es recuperar la actividad y la vitalidad de ACA», considera. «Que nos acusen de desamparo, algo que es totalmente falso, enturbia la memoria y el legado de Toni», concluye.