La Societat Arqueològica Lul·liana celebrará el próximo mes de diciembre 140 años. Con el fin de reivindicar la entidad, los socios han organizado una exposición en la Misericòrdia que resume el primer cuarto de siglo de la entidad con piezas, grabados, fotografías y boletines informativos. «También se muestran pinturas sobre tabla o un mapa realizado por Bartomeu Ferrà», explica la comisaria Carme Colom.

Una de las piezas más curiosas es un fragmento del expositor que llevó la Arqueològica a la Exposición Universal de 1888. «En un vinilo grande se ha podido recrear completo para que la gente lo pueda ver», señala Colom.

La muestra gira en torno a los cinco primeros puntos de los estatutos de la Societat, «que pueden resumirse en el enaltecimiento de la figura de Ramon Llull y en la protección del patrimonio disperso», comenta. Todo ello a lo largo de los años fue cristalizando en conferencias, exposiciones, el famoso butlletí de la SAL y la creación del museo. «Los socios iban recogiendo materiales en desuso y piezas que prestaron las iglesias. Con estas primeras colecciones se inauguró la primera exposición en La Sapiència», relata la comisaria. Cuando se formó el Museu Diocesà todas estas obras se trasladaron a sus instalaciones, hasta que se produjo un divorcio entre la Arqueològica y el Obispado. En estos momentos, también hay muchas piezas de la SAL depositadas en el Museu de Mallorca. Los manuscritos de mayor valor están custodiados en el Arxiu del Regne de Mallorca.

«En la SAL tenemos muchas otras colecciones y una selección de algunas de sus piezas conforman esta exposición que ahora puede verse [y que se inauguró ayer] en la tercera planta de la Misericòrdia», apunta Colom, quien recuerda que la SAL tiene la revista científica más antigua de Balears (el Butlletí) y una de las más antiguas de España que ha tenido continuidad.

La exposición cuenta con una subvención del Consell.