El periodista Antonio García Ferreras (León, 1966), un enamorado de Mallorca, donde durante años pasó temporadas de descanso, en Andratx, asistió ayer al estreno mundial de Origen, en la Misericòrdia (Palma), en el marco del Atlàntida Film Fest. OrigenHoras antes de la proyección conversó unos minutos con este diario, sobre diversos asuntos relacionados con la actualidad política, el cine y el auge del racismo.

¿Qué opinión le merece el anuncio de Vox de presentar una moción de censura al Gobierno de Sánchez?

Tienen todo el derecho del mundo y tienen los diputados suficientes. La pregunta es si es una moción al gobierno socialista o una moción a la actual dirección del Partido Popular, es decir, si es una jugada para desgastar más a la derecha que a la izquierda.

¿Cree en el cine como herramienta con la que cambiar el mundo?

Hay herramientas muy poderosas más allá de la política que tienen que servirnos para que... yo no sé si para cambiar el mundo, quizás para que sea un poquito mejor, con ese pequeño paso sería suficiente. Y hay instrumentos que quizá no contemplamos como fuerzas arquitectónicas de ese posible cambio, y estoy pensando en el cine, el arte o el deporte. El cine es una herramienta fundamental de sensibilización y de transformación. Trabajar para que el mundo cambie radicalmente es una tarea imposible e inabarcable pero para que sea un poquito mejor, en este Atlàntida hay pruebas de ello.

¿Confía en que Europa cambie sus políticas migratorias?

No tengo una gran esperanza porque ahora mismo hay una respuesta muy superficial, de miedo, a lo mejor sin base, en toda Europa. Siempre digo que Europa es un privilegio en el mundo, uno de los mejores territorios en cuanto a economía, protección y bienestar social, incluso con sus desigualdades que hay que combatir. Es el mejor territorio de la Tierra pero es verdad que hay una reacción en muchas zonas de Europa de miedo, de rechazo, no sé si atávico respecto al que llega de fuera. La historia de la humanidad es la historia de las migraciones. La gente que llega a Europa buscando un mundo mejor, una vida mejor, no viene porque sean unos apasionados del viaje, sino porque las condiciones de sus territorios, de sus países, son brutales, devastadoras, por la guerra, la depresión o el hambre. Me preocupa que en Europa haya una reacción xenófoba, racista y además muy canalizada y aprovechada por la extrema derecha, y no solo en Europa central, como hasta hace poco, también la Europa latina.

¿El coronavirus puede dar fuerza al racismo y la xenofobia?

El racismo y la xenofobia podrían ir a más con una situación de devastación económica como la que ha provocado el coronavirus. España vivirá momentos muy difíciles, muy duros. Es cierto que Europa ha respondido adecuadamente, o que ha aprendido de los errores de las crisis del pasado y parece que los fondos van a ser en un principio importantes pero el sufrimiento económico llegará aquí, y eso puede que abra una grieta en un país como el español, una grieta que puede ahondar más en un posible racismo. Hay que tener cuidado con que esa debilidad económica no provoque un crecimiento de las actitudes xenófobas.

¿Los españoles somos solidarios?, ¿teme un enfrentamiento entre las distintas autonomías del país, ahora que vienen tiempos de miseria?

El ciudadano español es bastante solidario pero es verdad que ese riesgo existe, y con la debilidad económica y sanitaria, ese riesgo puede acentuarse. Sin embargo creo que hay que confiar en el ser humano. Los españoles, más allá de las distancias políticas o ideológicas, o territoriales, acabarán siendo solidarios. Si los responsables políticos quieren, España será solidaria, porque la materia prima, la energía de los españoles, apunta ahí.