Las canciones le permiten ser libre, bucear en los recuerdos, enfrentarse al presente con energía, experimentar, tomarle el pulso a la actualidad musical gracias a su hija Llucia, probarse en nuevas facetas como la de poner música a poetas y, sobre todo, compartir emociones con sus amistades. Si Miquel Massutí Pascual (Palma, 1960) renació con L'arbre dels penjats (2017), su primer trabajo tras su odisea en Rock?ess y el grave accidente de moto que sufrió en 2015, el músico y fotoperiodista se reafirma en su condición de compositor con El gest imaginari (Blau, 2020). Un álbum que publica en dos formatos, cedé y vinilo, con su banda Els Zeromonstres (la que integran sus inseparables Toni Hernansáiz y Pep Lluís Victòry) y en el que han dejado su impronta una larga lista de músicos y nombres propios de la cultura illenca, entre ellos la delegada de Cultura del Govern, Cati Solivellas, con una voz a la altura de sus dotes interpretativas, como demuestra en el corte Tant vàrem estimar.

Con una 'Petita revolució' empieza su nuevo disco y comenzó, hace más de 40 años, su periplo musical. Todo arrancó en la Palma de los años 70, cuando su padre, el oceanógrafo y divulgador científico Miquel Massutí Oliver (Palma, 1930-2012), le regaló dos discos que le cambiarían para siempre: Another Side of Bod Dylan y Songs of Leonard Cohen. "A partir de ahí me convertí en un adicto al vinilo", asegura. Una afición que continúa cultivando -su última adquisición ha sido L'elegància dorm de Miquel Serra- y que en sus orígenes le condujo hasta su primera guitarra acústica. Toni Fernández, el de los estudios Digitals, le apuntó el camino a seguir, y Massutí se dejó llevar por los acordes y los punteos hasta el día de hoy.

Como Pere Pla, el músico de culto que lideró bandas como Furnish Time y antes Forats negres, y por el que Miquel Barceló, el genial pintor, siempre ha sentido una atracción especial, Massutí también ha recurrido a los versos del poeta Andreu Vidal para diseñar su Gest Imaginari. De su recia poesía ha escogido VII (El llibre de les virtuts), textos que se abrazan con los de otro poeta, el Premi Ciutat de Palma Miquel Cardell, "una persona que ama la música profundamente". Del también periodista de Radio Nacional ha escogido Els blaus, els verds... un poema que ha transformado en una bailable canción dylanita, quizá la más saltarina de un álbum que huele a primera y rezuma salinidad.

Las referencias literarias y musicales salpican el cancionero de Massutí: Rasca Yú, los Rolling Stones, Kerouac, Whitman, Cortázar, Baudelaire, Kavafis, Nik Drake... "Cada referencia alude a una vivencia, advierte un músico que no se pone "ningún límite" al escribir. "Cada canción es como un planeta, como una esfera de un universo que sería el disco. Y cada canción tiene el estilo que se merecía, o que fue surgiendo a medida que trabajábamos. Un ejercicio de libertad a la hora de componer", subraya.

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La memoria es protagonista en sus nuevas composiciones. "A mi edad casi todo ya forma parte de los recuerdos. Para mí es muy difícil abstraerme de los recuerdos, sin descartar vitalmente los tiempos actuales. Por mucho que te acerques a los 60 sigues teniendo un planteamiento vital con energía", afirma. No obstante hay canciones nacidas del presente, algunas casi instantáneas, como Una postal des de Hanoi, creada en muy pocas horas, a partir de un encuentro casual. "Fue después de una sesión matinal cuando me encontré en la puerta de mi casa, donde tengo el estudio, una portada de Tintín, algo muy raro. Era una postal que desde Hanoi me había enviado mi hijo. A las siete de la tarde la tenía grabada", recuerda este maestro de la instantánea, quien deja una frase para la posteridad: "No hay fotografía tan precisa que pueda retratar un recuerdo".

Siempre dispuesto a compartir, en esta ocasión se ha rodeado de una pléyade en esta nueva aventura sonora. "Cuando trabajas con músicos mucho mejores que tú, te abren puertas y te hacen ver salidas de una parte de la canción, o incluso de toda la canción, que no veías claras. Me emociona oir cantar mis canciones a gente que no soy yo y ver que suenan bien, porque yo odio mi voz y más con mis problemas respiratorios. Yo no soy cantante y me da absolutamente igual. Ellos hacen más intensas mis canciones", confiesa en referencia a Toni Sánchez, Carles Seguí, Norbert Fimpel, Paco Grancha, Begonya Gómez, Dani Magaña, Maryflowers, Alfonso de la Sierra, Noemí Garcies, Ana Belén Sánchez Mazón, Ali Domínguez, Natalia Tascón, Pere Dávila, Toni Vives, Damià Oliver y Jaume Bergas.

El disco está dedicado al fallecido Carles Bujosa, músico y químico palmesano con casa en Caimari, a quien "la música le proporcionaba una química muy especial", apunta Massutí, quien nunca olvidará su "profunda cultura musical. Va por ti, Carles".