La palabra sororitat (sororidad) proviene del vocablo latino soror, que significa hermana y se refiere a ese vínculo estrecho que se establece entre las mujeres, para así hacer frente con más fuerza a cualquier tipo de opresión hacia el género femenino. Por eso, un festival cuyo origen es la necesidad de crear un espacio feminista de música en Mallorca no podía tener otro nombre.

El Festival Sororitat brota así de la voluntad de "dar visibilidad a la figura femenina dentro del mundo artístico", explica Xesca Munar, presidenta de Esspiral, grupo organizador de este encuentro. Una visibilidad que se va logrando poco a poco, pero que aún necesita abrirse paso, sobre todo en algunos géneros musicales. "Intentamos que en todos los eventos culturales que organizamos el feminismo sea el tema transversal", apunta la organizadora.

Algaida, Pina y Randa sonarán a feminismo los próximos días 29, 30 y 31 de agosto. Durante estas jornadas, un total de seis artistas, la mayoría de Mallorca y Cataluña, se empoderarán en el escenario para motivar al público a ampliar su abanico de registros y géneros musicales.

Miquela Lladó será la encargada de abrir este encuentro este jueves a las 19.30 horas en el Casal Pere Capellà de Algaida, donde también se celebrará el coloquio Recuperació de la Música Tradicional Mallorquina. La artista, con una dilatada trayectoria artística que empezó en 1967 con su participación en el movimiento de la Nova Cançó, hace énfasis en que no sólo es un festival para mujeres. La cantautora reivindica así que el feminismo es "cosa de todos" y que se tienen que escuchar las "voces femeninas", así como se han escuchado siempre "las masculinas", haciendo referencia tanto al ámbito artístico como al resto de áreas públicas.

Además, Lladó no sólo saca a relucir a la mujer y artista de la actualidad, sino que recupera aquellos trabajos femeninos que en su momento no fueron reconocidos y cuyo trabajo ha caído en el olvido. Así, nos recuerda que en el pasado no todo eran voces masculinas, sino que las femeninas sonaban en la injusta oscuridad.

Será Ivette Nadal quien tome el relevo ese mismo día a las 22 horas. Quien, además de cantautora es poeta, puso la banda sonora de la serie Polseres vermelles y se centra en su libro Quàntiques! 10 poetes joves en diferencial femení en cómo se puede desde la perspectiva femenina "pensar con el cuerpo y sentir con la mente".

El día 30 el lugar elegido para seguir alzando la voz a través de la música será la Plaça Major de Pina. Pero antes de seguir sonando y para recordar la filosofía del festival, se llevará a cabo un taller sobre la situación actual de la música feminista. En él se harán unas propuestas para mejorarla. Después de este encuentro, a las 20.30 horas, Marga Rotger, cantante de un trío de jazz y de un grupo a capella, será todo un ejemplo de liderazgo femenino encima de un escenario. "Como mujer es difícil llevar a cabo un proyecto musical en un panorama que es predominantemente masculino", lamenta la artista, quien confirma una falta de referentes femeninos en la escena musical. "Sobre todo fue difícil encontrar instrumentistas mujeres", explica, "anteriormente, por ejemplo, estaba muy mal visto que una mujer tocara la batería y en ese sentido creo que la historia es un lastre".

La segunda jornada se cerrará con la actuación de la cantautora madrileña La Otra, creadora de la banda Las locas del Co., formada exclusivamente por mujeres, y que tomará el escenario junto al percusionista Pablo Levin.

Para concluir el festival, el día 31 de agosto se celebrará la última cita feminista. Se llevará a cabo en el huerto de Son Romaguera de Randa el taller Lletres per a l'empoderament femení y más tarde, a las 20.30 horas, será la cantautora mallorquina Victoria Lerma quien pondrá voz a la causa. Ana Martí, que ha participado en varias campañas de sensibilización contra la violencia machista en la isla, clausurará el festival en representación del colectivo femenino y su sororitat.