Los cambios que ha provocado la crisis del Covid-19 en la sociedad podrán tener efecto en las personas a corto, medio y largo plazo. Las nuevas rutinas que se han establecido como usar mascarillas o lavarse las manos de forma continuada pueden generar consecuencias a nivel psicológico en algunas personas.

Candela Molina, psicóloga, explica en el artículo “Las fobias sociales que van a aumentar tras la pandemia” (ABC, 2020) los efectos a corto plazo que ha generado la pandemia son estado de shock, ansiedad, incertidumbre, miedo, preocupaciones excesivas, etc. Los efectos a medio y largo plazo, comenta que son más difíciles de determinar, pero lo más probable es que surjan fobias, es decir, miedo excesivo o temor a situaciones, cosas o personas. El confinamiento también pueden hacer que aparezcan otras enfermedades como la depresión.

Algunos ejemplos de fobias, que son posibles que aparezcan tras la pandemia son:

- Fobia al contagio. Este miedo se produce debido a la situación de peligro e incertidumbre que hemos vivido.

- Fobia a la enfermedad. Cuando de forma habitual consultamos internet o vamos mucho a urgencias por síntomas aparentemente físicos, hará que nos genere cierta ansiedad y que aumente nuestra preocupación por la salud.

- Agorafobia. Es temor a lugares públicos, a aglomeraciones, … Esto lleva a la persona a no salir mucho de casa ya que tiene miedo a que suceda algo.

- Fobia social. Debido a las restricciones en el contacto social, puede hacer que algunas personas tengan miedo a retomarlo y tarden en socializar.

En opinión del Dr. Carbonell, es normal que tras un cambio en los hábitos cotidianos tan brusco, el proceso de adaptación puede generar trastornos como las fobias mencionadas. Es importante recurrir a un profesional de la salud mental para tratarlas y que no evolucionen a una enfermedad más grave.