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CREACIÓN

La vida como los surcos de un gran vinilo

Fernández Mallo no mantiene el tiempo cronológico en una obra que puede parecer fragmentaria

Agustín Fernández Mallo. DdM

De Agustín Fernández Mallo podríamos decir que es ecléctico, o al menos que lo parece. Quizá sea más bien que se mueve en muchos palos, y que en todos lo hace bien, por lo que su escritura también refleja esas visiones poliédricas. En Seix Barral acaba de presentar El libro de todos los amores, una obra propuesta como novela, pero que también podríamos calificar de ensayo o quizás incluso como libro de reflexiones. En realidad, la narrativa de Fernández Mallo impide su clasificación. Se acoge a nuevas maneras de repensar la narrativa, y lo hace abriendo camino, siempre innovador. También aquí.

En los últimos años viene alternando su visión novelada de la vida, que es lo que propone en esta obra, y que había desarrollado en Trilogía de la guerra con la que obtuvo el Premio Biblioteca Breve, a la par que ha ido publicando ensayos de gran interés como Teoría general de la basura (cultura, apropiación, complejidad) en Galaxia Gutenberg (2018) o La mirada imposible, en este caso un ensayo breve que le editara WunderKammer en 2021.

Como ecléctico, podríamos referirnos al poeta o a su analista, al iconoclasta con aquel remake de Borges que tituló El hacedor (de Borges) y que gracias a su retirada del mercado se ha convertido en un producto de bibliófilo, como no podemos olvidar sus inicios vanguardistas con aquel proyecto Nocilla que ha dado nombre a una nueva manera de escritura; aunque ahora él se sienta alejado de esos experimentos, simplemente porque su propia inquietud creativa le lleva a otros berenjenales.

En El libro de todos los amores despliega tres partes que se van alternando, a manera de capas, en que realiza un recuento de maneras de ver la realidad, siempre desde el punto de vista del amor; es lo que da título al libro, esa recopilación a manera de catálogo de las formas de amar y de vivir. O cómo captar la totalidad, diría yo.

Una segunda capa es el diálogo de una pareja enamorada en un mundo nuevo, el que se ha producido tras el Gran Apagón que los amantes mencionan y que entenderemos al llegar al final del tramo más ficcional, la novela en sí −podría decirse− que narra el bloqueo de la ciudad de Venecia y cómo afecta a unos visitantes que acaban alargando su estancia, en el proceso que lleva a ese Gran Apagón antes mencionado.

AGUSTÍN FERNÁNDEZ MALLO. El libro de todos los amores. SEIX BARRAL, 242 págINAS, 19 €.

AGUSTÍN FERNÁNDEZ MALLO. El libro de todos los amores. SEIX BARRAL, 242 págINAS, 19 €.

Porque Fernández Mallo no mantiene el tiempo cronológico, en una obra que puede parecer fragmentaria −incluso creo que se podría leer por capas− pero que asume su interés en la lectura completa. En esa interrelación entre la reflexión, la ficción y el diálogo. El amor, la vida, y una nueva narrativa.

Y los surcos. Los del vinilo que aparece en la portada, y que toman forma de esfera en la narración. Los surcos que marcan y separan los espacios, que permiten esas cajas vacías metáfora de las cosas que dejamos atrás, o de la falta de amor. La esfera como globalidad que lo contiene todo y lo sabe todo acerca del amor. Todo el sentido del mundo. Aunque yo me haya puesto metafórica y estropee la narrativa de Fernández Mallo.

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