Se le empieza a agotar el tiempo al Atlético Baleares. La falta de victorias –no vence desde hace nueve jornadas– le está hundiendo cada vez más en las posiciones de descenso. Este domingo al mediodía en el Estadi Balear recibe a Osasuna Promesas (12 horas/IB3) en el primero de sus dos partidos consecutivos en casa y en los que los seis puntos deben quedarse en la isla. 

Agotado ya el cupo de cambios en el banquillo con la llegada de Tato, no le queda otra a los blanquiazules que empezar a sumar de tres e intentar girar una dinámica negativa en la que no les sale nada. El doloroso empate la semana pasada ante el Intercity, cuando ya casi celebraban la victoria, fue otro borrón más en una temporada irregular. Desde el club, en palabras de su presidente y dueño Ingo Volckmann, están convencidos de que ganar de una vez por todas desbloqueará al equipo mentalmente y todo irá más rodado en el futuro. 

Para este encuentro, Tato García, que espera con ansia su primer triunfo al frente del equipo, pierde a Tropi por acumulación de tarjetas, pero recupera a Xisco Jiménez para la causa. El veterano delantero mallorquín, prácticamente inédito desde su llegada en el mercado de invierno, debe convertirse en un activo importante para el conjunto blanquiazul, que al margen de Dioni no cuenta con ningún otro delantero al uso. 

Enfrente de los balearicos llega un Osasuna Promesas metido de lleno en la pelea por el playoff de ascenso a Segunda. Los chicos de Santi Castillejo, que derrotaron con comodidad la última jornada al Real Unión (4-2), quieren hurgar en la herida del Atlético Baleares.