El Atlético Baleares seguirá una semana más como líder del Grupo II de Primera RFEF después de lograr ante el Nàstic de Tarragona una remontada para el recuerdo (1-2). Victoria de prestigio del equipo que dirige Xavi Calm en un exigente escenario como el Nou Estadi donde esta temporada todavía nadie había logrado vencer. El técnico catalán mantuvo su esquema por tercera jornada consecutiva con René Román en portería; Luca Ferrone, Iñaki Olaortua, Carlos Delgado e Ignasi Vilarrasa en la zaga; Miguel Ángel Cordero y Damián Petcoff en la sala de máquinas; Alberto Canario y Armando Shashoua como extremos y arriba Dioni Villalba y Vinicius Tanque. Que el cuadro balearico empezara con el viento en contra no fue solamente una circunstancia meteorológica.

René vio a los seis minutos cómo su racha de imbatibilidad se quedaba en 304 cuando el extremo local Jannick Buyla colocó un cañonazo, desde 25 metros, al ángulo superior izquierdo de su portería (1-0). Una pérdida en la salida de balón del blanquiazul Dioni, le permitió al extremo ecuatoguineano controlar el balón y colocárselo en su pierna derecha para conectar el imparable disparo.

Con el paso de los minutos, se evidenciaba que los visitantes no lograban entrar en ningún momento en el partido. Sus futbolistas estaban estáticos, incómodos e imprecisos en los pases, con muchas pérdidas de balón y sin poder conectar con los hombres de ataque. Con una gran dosis de fortuna llegó el empate del Baleares a ocho minutos del descanso.

El protagonista fue el propio central Trilles quien despejó el primer centro lateral con peligro del encuentro de Ferrone al fondo de las mallas de Manu García (1-1). El carrilero italiano buscó a Vinicius en el corazón del área y la anticipación del defensa tarraconense dejó sin capacidad de reacción a su portero. La reanudación llegó acompañada por la primera sustitución de Calm, dando entrada a José Fran por Petcoff, tocado físicamente. Los balearicos voltearon el marcador al cuarto de hora aprovechando otro error del Nàstic. Esta vez fue desde el flanco izquierdo desde donde Vilarrasa puso un centro al punto de penalti que el meta local no logró blocar para que Vinicius recogiera el esférico y habilitara a Canario en el gol (1-2).

Calm trató de gestionar los últimos minutos con cambios de talante defensivo para contener los ataques de un Nàstic volcado al ataque. Entraron Pedro Orfila, Álex Robles, Josep Jaume y Manel Martínez, que se quedó solo en punta buscando algún posible contraataque. No obstante, el marcador ya no cambió.