¿Qué tal, doña Ola?
Estupenda, magnífica, en plena forma.
¿No se está usted pasando?
No he hecho más que empezar.
Dicen que mañana nos deja usted...
No se haga demasiadas ilusiones. Queda una semanita de julio, todo agosto y septiembre. Cuidadito con septiembre.
¿Septiembre?
Para finales de agosto y septiembre tengo proyectadas unas tormentitas que les van a dejar secos.
¿Secos?
Es una manera de hablar. Secos, les estoy dejando ahora.
Y eso que dicen que en Mallorca está usted siendo suave...
Digamos que aquí estoy entrenando. El puñetero mar, que me suaviza las cosas. Pero en Madrid estoy dando un espectáculo. El lago de la Casa de Campo y el estanque de El Retiro no tienen nada que hacer conmigo. De hecho, como se descuiden, a esos sí que les voy a dejar secos.
Más de cuarenta grados no se pueden aguantar...
A ver, en Mercurio les pongo a 430 grados y nadie se queja.
Claro, pero es que allí no vive nadie...
Que se sepa. Lo que sabemos es que en Mercurio no hay periodistas... y no quiero señalar.
¿Cuáles son sus próximos planes?
Invertir en empresas que fabriquen y comercialicen aire acondicionado. Al menos hasta el mes de octubre.
Entonces, ¿lo del calentamiento global es cierto?
A mí no me viene bien que se diga eso. Arrear a alguien con la guardia baja es más divertido.
Entonces no hay que hacer nada...
A ver, que yo no he hecho más que empezar. Como Ola de Calor estoy siendo hasta suave.
Pues no da esa sensación...
Ya hablaremos en 2050. Con un poco de suerte, añorarán 2022.
Es usted insoportable
No diga eso, que tienen ustedes mar y se pueden dar bañitos. Acuérdese de los franceses y los ingleses, que están flipando.
