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Artículos de Broma

Trabajos de la edad tardía

Acabado el jubileo de la reina Isabel II con dudas acerca de su salud, se vuelven los ojos y las encuestas hacia el príncipe Carlos de Gales, que debería ser un ejemplo laboral para el mundo. Contra el injusto sistema, las personas deberíamos vivir sin quehaceres fatigosos hasta entrar en el mercado laboral a los 73 años, en la edad de la experiencia, las expectativas razonables y las ansias limitadas. Quizá no sea económicamente rentable, pero tampoco lo es el mundo actual para la inmensa mayoría de la población.

Con 73 años de vivencias y una carrera por estrenar todo iría con más sosiego. Le das a un veinteañero la capacidad de tomar decisiones financieras en la City de Londres y no es raro que infarte por cocaína después de arruinar Sudáfrica o de vaciar el fondo de pensiones de los profesores de autoescuela de Luxemburgo. Una persona de 73 sería más cautelosa en sus decisiones y morigerada en sus hábitos.

Si hoy Carlos de Gales, como tantas personas que han acabado su formación y desean encontrar un empleo acorde a ella, creara un perfil en LinkedIn, la red social orientada al uso empresarial, a los negocios y al empleo, ofreciéndose como sucesor de la reina de Inglaterra, ningún reclutador lo elegiría. Desecharían a Carlos antes de leer su curriculum vitae como príncipe, que deja mucho que desear, pero está más en la realidad que su vocación de la mediana edad de ser tampón de Camilla, de la que sólo consiguió ser marido.

Muchos profesionales consideran imprescindible estar en LinkedIn, a expensas de un reclutador para el que la fotografía del candidato es indispensable y por la que el 71% de estos profesionales de recursos humanos ha rechazado alguna vez a un candidato y casi cuatro de cada diez lo hacen regularmente.

–Con este careto tú no curras aquí, porque lo digo yo.

Cada vez más fotografías de perfiles de LinkedIn están hechas por un profesional lo que encarece aspirar a un trabajo cada vez más, algo injusto y que no sería necesario si se accedieran al trabajo en la tercera edad. Ahí lo dejo.

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