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Javier Fernández
Ver galería >Confieso que me encanta la lluvia, la primavera y el otoño que acabamos de inaugurar. Qué pena que cada vez vivamos menos las cuatro estaciones que nos ofrece el año y que pasemos del calor infernal al frío sin apenas darnos cuenta, sin disfrutar del entretiempo; es un poco como la vida misma, donde vamos tan acelerados que no nos detenemos ni un momento a contemplar, a admirar. Vivimos casi de espaldas a lo que ocurre, y parece que solo conectamos con nuestras emociones a través de los memes y gif s que a diario recibimos en nuestros móviles.
Confieso que me encanta la lluvia, la primavera y el otoño que acabamos de inaugurar. Qué pena que cada vez vivamos menos las cuatro estaciones que nos ofrece el año y que pasemos del calor infernal al frío sin apenas darnos cuenta, sin disfrutar del entretiempo; es un poco como la vida misma, donde vamos tan acelerados que no nos detenemos ni un momento a contemplar, a admirar. Vivimos casi de espaldas a lo que ocurre, y parece que solo conectamos con nuestras emociones a través de los memes y gif s que a diario recibimos en nuestros móviles.
Confieso que me encanta la lluvia, la primavera y el otoño que acabamos de inaugurar. Qué pena que cada vez vivamos menos las cuatro estaciones que nos ofrece el año y que pasemos del calor infernal al frío sin apenas darnos cuenta, sin disfrutar del entretiempo; es un poco como la vida misma, donde vamos tan acelerados que no nos detenemos ni un momento a contemplar, a admirar. Vivimos casi de espaldas a lo que ocurre, y parece que solo conectamos con nuestras emociones a través de los memes y gif s que a diario recibimos en nuestros móviles.
Confieso que me encanta la lluvia, la primavera y el otoño que acabamos de inaugurar. Qué pena que cada vez vivamos menos las cuatro estaciones que nos ofrece el año y que pasemos del calor infernal al frío sin apenas darnos cuenta, sin disfrutar del entretiempo; es un poco como la vida misma, donde vamos tan acelerados que no nos detenemos ni un momento a contemplar, a admirar. Vivimos casi de espaldas a lo que ocurre, y parece que solo conectamos con nuestras emociones a través de los memes y gif s que a diario recibimos en nuestros móviles.
Confieso que me encanta la lluvia, la primavera y el otoño que acabamos de inaugurar. Qué pena que cada vez vivamos menos las cuatro estaciones que nos ofrece el año y que pasemos del calor infernal al frío sin apenas darnos cuenta, sin disfrutar del entretiempo; es un poco como la vida misma, donde vamos tan acelerados que no nos detenemos ni un momento a contemplar, a admirar. Vivimos casi de espaldas a lo que ocurre, y parece que solo conectamos con nuestras emociones a través de los memes y gif s que a diario recibimos en nuestros móviles.
Confieso que me encanta la lluvia, la primavera y el otoño que acabamos de inaugurar. Qué pena que cada vez vivamos menos las cuatro estaciones que nos ofrece el año y que pasemos del calor infernal al frío sin apenas darnos cuenta, sin disfrutar del entretiempo; es un poco como la vida misma, donde vamos tan acelerados que no nos detenemos ni un momento a contemplar, a admirar. Vivimos casi de espaldas a lo que ocurre, y parece que solo conectamos con nuestras emociones a través de los memes y gif s que a diario recibimos en nuestros móviles.
Confieso que me encanta la lluvia, la primavera y el otoño que acabamos de inaugurar. Qué pena que cada vez vivamos menos las cuatro estaciones que nos ofrece el año y que pasemos del calor infernal al frío sin apenas darnos cuenta, sin disfrutar del entretiempo; es un poco como la vida misma, donde vamos tan acelerados que no nos detenemos ni un momento a contemplar, a admirar. Vivimos casi de espaldas a lo que ocurre, y parece que solo conectamos con nuestras emociones a través de los memes y gif s que a diario recibimos en nuestros móviles.
Confieso que me encanta la lluvia, la primavera y el otoño que acabamos de inaugurar. Qué pena que cada vez vivamos menos las cuatro estaciones que nos ofrece el año y que pasemos del calor infernal al frío sin apenas darnos cuenta, sin disfrutar del entretiempo; es un poco como la vida misma, donde vamos tan acelerados que no nos detenemos ni un momento a contemplar, a admirar. Vivimos casi de espaldas a lo que ocurre, y parece que solo conectamos con nuestras emociones a través de los memes y gif s que a diario recibimos en nuestros móviles.
Confieso que me encanta la lluvia, la primavera y el otoño que acabamos de inaugurar. Qué pena que cada vez vivamos menos las cuatro estaciones que nos ofrece el año y que pasemos del calor infernal al frío sin apenas darnos cuenta, sin disfrutar del entretiempo; es un poco como la vida misma, donde vamos tan acelerados que no nos detenemos ni un momento a contemplar, a admirar. Vivimos casi de espaldas a lo que ocurre, y parece que solo conectamos con nuestras emociones a través de los memes y gif s que a diario recibimos en nuestros móviles.
Confieso que me encanta la lluvia, la primavera y el otoño que acabamos de inaugurar. Qué pena que cada vez vivamos menos las cuatro estaciones que nos ofrece el año y que pasemos del calor infernal al frío sin apenas darnos cuenta, sin disfrutar del entretiempo; es un poco como la vida misma, donde vamos tan acelerados que no nos detenemos ni un momento a contemplar, a admirar. Vivimos casi de espaldas a lo que ocurre, y parece que solo conectamos con nuestras emociones a través de los memes y gif s que a diario recibimos en nuestros móviles.
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Confieso que me encanta la lluvia, la primavera y el otoño que acabamos de inaugurar. Qué pena que cada vez vivamos menos las cuatro estaciones que nos ofrece el año y que pasemos del calor infernal al frío sin apenas darnos cuenta, sin disfrutar del entretiempo; es un poco como la vida misma, donde vamos tan acelerados que no nos detenemos ni un momento a contemplar, a admirar. Vivimos casi de espaldas a lo que ocurre, y parece que solo conectamos con nuestras emociones a través de los memes y gif s que a diario recibimos en nuestros móviles.
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