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Desde Alemania

El oráculo de Múnich

Planta de almacenaje en una fábrica de Volkswagen en Wolfsburgo. REUTERS/Fabian Bimmer

El instituto "Ifo" en Múnich es una gran fuente de información económica en Alemania y también es una referencia mundial. Su anterior presidente, Hans-Werner Sinn, ya jubilado, era una gran eminencia. Su peculiar barba le daba también un aire de gran sabio. El instituto es conocido por sus pronósticos sobre el desarrollo económico del país y por su índice del "clima de negocio".

Hace unos días he tenido el placer de escuchar en el Club de Prensa de Múnich al catedrático Clemens Fuest, reciente sucesor de Hans-Werner Sinn.

Al hablar del Brexit confirma que los británicos siempre han mantenido una distancia con respecto al continente, mientras que Alemania está en su mismo centro. Los británicos quieren un mercado común pero ninguna unión política. ¿Podemos concebir decisiones europeas sin los británicos en la mesa de negociación? El Brexit duro podría ocurrir como resultado de un "accidente". Se trata de una decisión importante pues si se lleva a cabo supondría la pérdida del peso de Europa en el mundo. No cabe duda que la política alemana de apertura a los refugiados ha tenido su influencia en la decisión del Brexit. Los grandes perdedores del Brexit son los irlandeses.

También habló Fuest sobre Italia, que se encuentra en una recesión desde hace 20 años. China ha conquistado los productos italianos. No cabe duda que su situación económica también tiene una causa política: necesitan una nueva política económica.

Sobre Alemania Fuest ha comentado que el mercado automovilístico alemán es de vital importancia. Uno de cada diez puestos de trabajo en Alemania depende del motor de combustión. Por otro lado, en lo que se refiere a la innovación, es crítico que Alemania tome una buena decisión en qué invertir: en Inteligencia Artificial o en impresión tridimensional. También afirmó que la presión del bajo crecimiento demográfico llevará a un bajón del crecimiento económico.

El Mittelstand alemán seguirá fuerte. La industria automovilística tiene en sus manos la capacidad de soportar la evolución estructural. Mucho depende de las decisiones políticas complementarias. Habrá que experimentar para ver lo que resulta mejor.

Da gusto escuchar estos oráculos de gente tan sabia.

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